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Reportaje:

Ahora suena, ahora no

Naiara Galarraga Gortázar

Los semáforos sonoros son desde hace años, en aquellas calles donde los hay, una gran ayuda para los invidentes cuando caminan sin compañía. Pero al mismo tiempo son un verdadero tormento para quienes viven o trabajan cerca de ellos. El intermitente pitido durante horas y horas puede crispar los nervios del más templado.Satisfacer a unos y otros es posible gracias a un simple mando a distancia con el que las personas ciegas pueden, cuando se acercan a un cruce con semáforo, activar la señal sonora y saber que es el momento de cruzar. Los invidentes de Getxo, exactamente 106 vecinos, según el último recuento realizado, el de noviembre pasado, están de suerte. El Ayuntamiento ha apostado de lleno por este sistema. Lo va a instalar en todos los semáforos de la ciudad, que suman exactamente 168. Hace años hubo de los otros, los que suenan a todas horas, y las quejas de los vecindarios hicieron que el Ayuntamiento los acallara.

Será a lo largo del mes que viene cuando se vayan adaptando los semáforos, los 168, y se repartan los mandos a distancia. En principio, el Ayuntamiento ha encargado 64 aparatos. "Pero en cuanto más gente los solicite, los encargaremos y se les entregarán", apunta el alcalde de Getxo, Iñaki Zarraoa. Puntualiza también que en principio, y para preservar el descanso de los vecinos, los semáforos no harán caso a los mandos entre las diez de la noche y las ocho de la mañana.

Cuando se le pregunta si el origen de esta sensibilidad hacia los invidentes es que en su círculo familiar, social o en el de alguno de los concejales hay personas invidentes, responde que no, que para nada. Explica que esta iniciativa es parte de un plan que en cuatro años pretende que cada rincón del municipio sea accesible también para los minusválidos, que pagan impuestos, como el resto de la ciudadanía. Nueve millones de pesetas es lo que cuestan los mandos a distancia y preparar los semáforos para que capten las señales y emitan sonidos cuando el peatón puede cruzar.

"Rebajar aceras, construir pasos de peatones elevados para que sea más cómodo para quien cruza y los coches aminoren la marcha...". El alcalde Zarraoa desgrana a toda velocidad otras medidas que el Ayuntamiento prevé adoptar dentro de ese plan dirigido a que moverse por el municipio sea para los minusválidos más cómodo que ahora. Supone 800 millones en total.

Para saber con precisión cómo convenía hacer las cosas y si el sistema del mando a distancia era el más cómodo, el consistorio consultó con asociaciones locales y con la ONCE, explica el alcalde. El Ayuntamiento quiere introducir otro cambio para hacer más cómodo el tránsito a los invidentes. Pretende diferenciar las zonas de acera cercanas a los semáforos haciéndolas más rugosas que el resto, para saber cuándo hay que pulsar el mando.

Tan pronto como el sistema esté completamente instalado y los mandos en manos de sus dueños, lo único de lo que se tendrán que preocupar éstos es de llevarlos encima, como las llaves de casa, cuando salgan a la calle.

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

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