Erramun Landa muestra en 63 obras su particular exploración en el negro

Erramun Landa (Ea, 1958) se colocó hace varios años frente a los cuadros del Museo Thyssen y se preguntó para sí: "¿En qué se transformarían estos cuadros si los pintamos de negro"? Aquella pasajera irreverencia con una de las colecciones pictóricas más importantes existentes en España le condujo a probar suerte con su obra. Separó unos cuadros elegidos al azar de entre los más vistosos y coloristas y los tapó con trazos oscuros, hasta conseguir un resultado sorprendente que muestra en San Sebastián.

"Ha sido un viaje a las profundidades del infierno donde conviven mis sentimientos más puros", dice el pintor vizcaíno. Esta experiencia se observa en los 63 obras que forman su exposición Iragan dira (Ya han pasado) que permanece abierta en la sala Boulevard 1 de San Sebastián hasta el próximo 1 de mayo.En los últimos seis años, periodo al que corresponden las piezas que forman esta exposición, Erramun Landa ha descubierto una iconografía nueva, en la que predominan "grandes habitaciones con personajes y objetos que se mueven. Son representaciones de sueños y pesadillas", afirma el autor, profesor de Bellas Artes en la Universidad del País Vasco. La serie que presenta en San Sebastián, donde expone por primera vez en su vida, pertenece a la etapa más oscura de su trayectoria, la más monumental.

Erramun Landa acostumbra a trabajar en penumbra, con la insignificante luz que le proporciona un foco, y con un fondo musical fúnebre. En su estudio, situado en el barrio bilbaíno de Las Cortes, nunca hace bocetos para iniciar su proceso creativo; primero crea el espacio sobre líneas verticales negras y grises, luego coloca a los personajes y los despedaza con trazos, también verticales. Algunos óleos los ha rematado con la primera mancha; otros, en cambio, son el resultado de capas y capas de pintura.

De las 63 obras que componen la exposición, 14 son témperas y 40 grafitos. Son éstos dibujos realizados de un plumazo que representan "obsesiones que tienen un aire metafísico, con referencias muy claras al autoaislamiento, la soledad, la miseria y la muerte". Landa asegura que domina esta técnica gracias a su etapa como ilustrador de libros de varias editoriales vascas a lo largo de trece años.

Todas las obras se muestran desprovistas de motivos ornamentales. Al pintor vizcaíno le preocupa sobre todo el contenido y el mensaje que transmiten. "Me parece lamentable la desmesurada importancia que se le da a la presentación de las obras de arte. Cuando el envoltorio oculta el mensaje, se está vaciando de contenido el arte, que es lo que verdaderamente importa", sostiene Landa.

La obra de Erramun Landa está construida a partir de referencias muy concretas de la música, la literatura y la música. Desde hace trece años lleva siempre consigo el libro Habitaciones, del poeta surrealista francés Louis Aragon, y también se inspira con la música barroca del también francés Eric Satìe. Con estas referencias, Landa ha dado con un estilo "raro, alejado de lo corriente, lo establecido y lo monótono". "Siempre busco un punto de vista diferente, porque detrás de cada cuadro o dibujo se esconden mis pensamientos y sentimientos", dice.