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Industria apoyó la cesión de agua a las centrales térmicas que Medio Ambiente tachó de "ilegal"

La Consejería de Industria aprobó, al igual que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), la cesión de 22 hectómetros cúbicos anuales de agua a tres centrales térmicas que se instalarán en Arcos de la Frontera (Cádiz). En el Consejo de Agua de la Cuenca de hace cuatro meses, tanto la CHG como Industria informaron a favor de ceder agua del Bornos, Guadalcacín y Hurones, destinados al riego y consumo humano. El consejero de Medio Ambiente, José Luis Blanco, calificó de ilegal la medida el domingo. Ayer matizó que la centrales no van a ser prioritarias.

El agua no procederá directamente del túnel del trasvase del Guadiaro al Majaceite, como denunciaron los ecologistas. El argumento del informe de la Oficina de Planificación de la CHG, favorable a la concesión de agua a Enron, Abengoa y Unión Fenosa, se sustenta en un "excedente" hidráulico que, según este organismo, se originará al embalsar 66 hectómetros cúbicos de agua al año procedentes del traspaso de recursos y de la disminución del consumo de la población. Sin embargo, según el balance hidráulico oficial de la Junta, la Cuenca del Guadalete necesita 75 hectómetros cúbicos más al año para cubrir la demanda actual, nueve hectómetros menos de los que aportará el trasvase.El presidente de la Confederación, Manuel Vizcaíno, confirmó que informaron favorablemente, aunque matizó que es el Consejo de Aguas de la Cuenca el órgano "soberano" para autorizar la concesión. "Recuerdo que el informe de Industria de la Junta era también favorable", añadió. Fuentes de la Consejería confirmaron también este extremo. En ese Consejo se autorizó que Enron y Guadalcacín Energía dispongan de 10,71 y 3,5 hectómetros cúbicos del Guadalcacín y Hurones, mientras que Unión Fenosa recibirá 7,5 millones de metros cúbicos de Bornos.

El consejero de Medio Ambiente, José Luis Blanco, matizó ayer y, al contrario de lo que afirmó el domingo, consideró legal la concesión a las térmicas, aunque sostuvo que éstas "tendrán que ponerse en cola y respetar las servidumbres sobre los pantanos". En todo caso, reclamó un protocolo que garantice, por este orden, el consumo humano y los regadíos, y que limite a las térmicas en caso de sequía y déficit hidráulico.

No es la primera vez que la Consejería de Medio Ambiente y la de Industria mantienen criterios dispares sobre un mismo proyecto, como se evidenció durante la autorización de la reapertura de las minas de Aznalcóllar.

Ecologistas en Acción incorporó ayer nuevos datos a su denuncia y alertaron sobre el funcionamiento de las centrales térmicas. Según Juan Clavero, coordinador de Ecologistas en Acción en Cádiz, estas industrias funcionan con un circuito abierto, mediante el que captan el agua para el proceso de refrigeración y la devuelven a los ríos en condiciones "agresivas" para el medio ambiente.

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