El Gobierno vende Enatcar sin atender del todo el criterio de Competencia

El Consejo de Ministros autorizó ayer la compra de la empresa pública Enatcar -adjudicada en julio pasado por la SEPI en 27.000 millones- por el grupo Alianza Bus (75% Alsa, 10% Argentaria y 15% Dragados) con dos condiciones. Una, que Alsa se desprenda de su participación en la compañía Ansa, que controla junto con el grupo Continental Auto. Dos, que Alianza Bus renuncie a comprar nuevas concesiones durante cinco años.Aunque la adjudicación cumple, aparentemente, con el dictamen no vinculante elaborado por el Tribunal de Defensa de la Competencia sobre la operación en el mes de enero, la autorización ignora la principal de las recomendaciones que hizo el citado Tribunal para dar por buena la operación: que Enatcar debía renunciar "en todas sus concesiones estatales de transporte regular de viajeros por carretera a los periodos de concesión ahora vigentes, de forma que todas sus concesiones terminaran en el año 2005".

Enatcar, que en el momento de ser adjudicada por la SEPI contaba con 200 autobuses, 10 líneas regulares estatales, tres líneas regulares intrautonómicas, siete líneas internacionales y diversos servicios discrecionales, explotaba sus líneas regulares en régimen de concesión administrativa exclusiva. Por ello, el Tribunal que preside Amadeo Petitbó destacó en su dictamen que "cada una de ellas [de las líneas] constituye un monopolio que persistirá en algunos casos hasta el 2018". El argumento no ha impresionado al Gobierno, que lo ha ignorado.

Matices

El Ejecutivo, con matices, sí ha atendido el resto de las recomendaciones del Tribunal de la Competencia: que Alianza Bus renuncie a adquirir nuevas concesiones -aunque limita esa renuncia a cinco años- y que desinvierta en Ansa.

Como en su momento señaló el Tribunal que preside Amadeo Petitbó, la adjudicación de Enatcar a Alianza Bus podía significar "una creciente concentración de concesiones en una sola empresa". En el seno del Tribunal, que aprobó la venta de la empresa estatal con las tres condiciones señaladas, se registró una viva discusión sobre los efectos de la adjudicación en el sector del transporte de viajeros por carretera.

En su informe de enero, el organismo señaló que en las diversas sesiones en las que se estudió la adjudicación "una minoría [de vocales del Tribunal] consideraba que el deterioro de la competencia efectiva actual y potencial que la operación puede producir no puede ser compensado con ningún tipo de condición, mostrándose partidarios de denegar su autorización".

El concurso convocado por la SEPI para adjudicar la compañía pública de transporte Enatcar desató un gran interés. Pujaron por la compañía 12 grupos inversores, tanto nacionales como extranjeros.