Una decena de colectivos se unen para proteger la isla de Tabarca

La Plataforma para la Protección de la isla de Tabarca se presentó ayer oficialmente en el marco del Tercer Congreso de Derecho Ambiental que se celebra en la Universidad de Alicante. Una decena de colectivos, grupos ecologistas y partidos de izquierda forman parte de esta plataforma que exige como primeras actuaciones la revisión del plan especial de la isla, con medidas más proteccionistas, y la paralización de las licencias de obra concedidas.Los portavoces de esta plataforma lamentaron la "descoordinación" existente entre las distintas administraciones en esta ocasión y recalcaron que todas ellas están en manos del PP, el Ayuntamiento de Alicante, el Consell o la dirección de Costas. "Tabarca es un bar en medio del mar, al que pronto instalarán aire acondicionado para que los turistas estén más a gusto", dijo en tono irónico Miguel Ángel García, de Adena, que destacó el valor ecológico de la isla por su reserva marina y el estado lamentable en el que se encuentran las laderas de Poseidonea. Por su parte, Alfonso Arenas, de Amigos de Tabarca, denunció el talante "de la derecha depredadora que se come el territorio y acaba con todo, anteponiendo los intereses particulares y personales a los generales". Por su parte, Alfonso Ramos, biólogo marino, recordó que Tabarca es la primera reserva marina que se declara en España e invitó a que las administraciones impulsen un desarrollo sostenible de la isla. Todos los representantes de la nueva plataforma lamentaron que este paraje no se haya incluido en la Red Espacios Naturales 2000 que permitirá una mayor protección del paraje, nombrar un director conservador y sería catalogado como espacio europeo.

La profesora del departamento de Estudios Jurídicos del Estado, Mercedes Ortiz, dijo que las obras que se están acometiendo "son legales porque se ha forzado la maquinaria pero no son oportunas". Todos los representantes pidieron la paralización de las obras y que se elabore un plan de protección especial para evitar nuevas aberraciones urbanísticas.