Brasil perdió en 1999 una superficie de selva equivalente a toda Zaragoza El Gobierno culpa a la agricultura del avance de la deforestación

Brasil acaba de ofrecer las cifras sobre la tragedia que supone la deforestación en la Amazonia, considerada el gran pulmón de oxígeno de la humanidad y que posee el 14% del agua potable del planeta. Según los ministros José Sarney, de Medio Ambiente, y Ronaldo Sardenberg, de Ciencia y Tecnología, en 1999 desaparecieron 17.383 kilómetros cuadrados de bosque, un territorio equivalente al tamaño de la provincia de Zaragoza.

La cifra conocida ahora supone el 0,48% de la foresta de Amazonia. Lo malo es que, en total, desde el inicio de la colonización hasta hoy, se ha perdido definitivamente el 14% de los cuatro millones de kilómetros cuadrados del bosque, es decir 551.000 kilómetros cuadrados, equivalente al territorio de España. Se trata de datos oficiales del Gobierno brasileño basados en las mediciones realizadas por los satélites del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales.Las organizaciones ecologistas consideran insuficientes estas mediciones y señalan que esta tecnología es adecuada para medir la destrucción provocada por las actividades agropecuarias, pero no tan efectiva para detectar la devastación causada por los madereros y los incendios forestales.

Esta deforestación está concentrada, sobre todo, en los estados de Pará -donde los colonos suelen tener propiedades con millones de hectáreas-, Mato Grosso, Rondônia y Acre. En 1999, según los datos oficiales, los estados más afectados fueron los de Tocantins, Rondônia y Mato Grosso. La agricultura es el principal causante de la deforestación, según las autoridades, por la corta o quema de árboles para colocar ganado, sobre todo vacuno.

Tendencia a la disminución

Los ministros que ofrecieron los datos oficiales insistieron en que en 1999 "se ha notado una tendencia a disminuir". Pero el responsable de Medio Ambiente, José Sarney -hijo del ex presidente del mismo nombre- , contó con tristeza que 2000 no va a ser un año bueno, ya que en noviembre va a haber elecciones municipales y, en esas circunstancias, los alcaldes, para conseguir votos, suelen ser magnánimos en permitir deforestaciones a los propietarios de tierras en la Amazonia. El ministro dijo que, precisamente por ello, el Gobierno intervendrá drásticamente contra esos abusos.

Las medidas tomadas por el Ejecutivo para evitar que siga esa sangría de los bosques de la Amazonia "son aún insuficientes", al igual que las nuevas leyes sobre delitos ecológicos, opina el experto Garo Batmanian, que pide, como medida más urgente, la creación de nuevas áreas protegidas convertidas en santuarios inviolables, que hoy suponen sólo el 3,5% de toda la Amazonia, al mismo tiempo que la aprobación urgente por parte del Congreso de la nueva ley que modifica el Código Forestal. Éste exige que se mantenga el porcentaje de un 80% de reserva legal en las propiedades rurales de la Amazonia.

Por su parte, el biólogo Márcio Ayres, promotor de dos grandes reservas públicas donde se está llevando a cabo la primera experiencia de "desarrollo sostenible" en la Amazonia, que ha convertido a sus habitantes en los principales defensores del territorio en la lucha contra la deforestación, afirmó que uno de los retos del Gobierno es poner orden en los registros de la propiedad de Amazonia, donde desde hace siglos se perpetra todo tipo de irregularidades para conceder territorios del Estado a propietarios privados.