El FMI afirma que la economía mundial crece de forma "impresionante"
"Impresionante". El Fondo Monetario Internacional no se ahorró ayer calificativos para reflejar la mejora de las condiciones financieras mundiales tras la crisis que azotó las economías en 1997 y 1998. La previsión de crecimiento ha mejorado sustancialmente. La economía crecerá este año un 4,25% y un 3,9% en 2001, unas cifras sensiblemente superiores a las previstas inicialmente. El único nubarrón que se vislumbra es que el intento de enfriamiento de la economía de EEUU acabe siendo más fuerte del debido y provoque una caída en cadena.
La fuerza de la recuperación desde la crisis ha superado todas las expectativas, según el informe de prospectiva del FMI presentado ayer en Washington con motivo de su asamblea de primavera. Ya para el año pasado se predijo un crecimiento del 2,2% en la economía mundial y resultó ser del 3,3%. Esa misma tendencia alcista va a seguir este y el próximo año, hasta el punto de que el organismo se atreve a subrayar que sus últimas previsiones podrían ser todavía mejores por la fortaleza de la economía estadounidense y la posibilidad de que la recuperación en Europa sea más vigorosa de lo estimado. La mejora es general para todo el mundo, excepto Japón y África. Para Latinoamérica muestra un panorama muy halagüeño. Existen, no obstante, motivos de preocupación. Por un lado, que se produzca un fuerte frenazo en la economía estadounidense y arrastre al resto del mundo. También los desajustes en la deficitaria cuenta corriente de EEUU y los grandes superávit en Japón y, en menor medida, en la zona euro. Un tercer motivo es la alta valoración de las bolsas, que, a los ojos del Fondo, es fruto de unas expectativas de rendimientos futuros que ahora no son reales. Para España, las perspectivas siguen siendo realmente buenas, con un crecimiento del 3,7% para este año y del 3,4% en 2001. El informe señala que los pronósticos para España "están en línea con los objetivos marcados por las autoridades en su Programa de Estabilidad".
