El nuevo juez del expolio de libros en Bilbao rechaza pedir otro informe pericial

El nuevo juez, el tercero, que investiga el expolio de miles de libros y documentos históricos del Archivo y la Biblioteca de Bilbao ha rechazado la elaboración de otro informe pericial del caso, como habían solicitado casi todas las partes. El sumario, que ha estado medio año parado por el cambio de instructor, sigue sin atribuir a ningún sospechoso los robos, seis años después de su apertura. De hecho, el informe del perito oficial, que presentó un documento definitivo el verano pasado, aún no está concluido y tendrá nuevas ampliaciones.

Este caso, que supuso la incautación en 1995 de 3.300 libros en comercios y librerías de Bilbao que supuestamente pertenecían al Ayuntamiento, ha ido cambiando de rumbo y lo único claro hasta ahora es el descontrol municipal, que facilitó la desaparición de la abundante documentación. El primer juez apuntó a una red integrada por funcionarios, un ex aspirante a ertzaina y un restaurador como los autores de los robos para su posterior venta a varios libreros bilbaínos.Con el cambio del titular del juzgado, el rumbo de la investigación varió y el informe del perito, presentado en mayo pasado, también expresaba otras conclusiones. "Nos encontramos ante un fallo del sistema no ya sólo bibliotecario sino también administrativo, que pudo facilitar el expolio de los fondos municipales", señala el estudio pericial. Además, exculpaba del caso al antiguo archivero Manuel Basas, ya fallecido, y no hacía referencia a los libreros a los que les fueron intervenidos documentos.

Sin embargo, este informe fue cuestionado por todas las partes -libreros y los funcionarios imputados en un principio- excepto el Ayuntamiento. Ante ello, recibieron el beneplácito del anterior juez para buscar nuevos peritos que elaboraran otro informe. Los nombres propuestos fueron facilitados hace tres meses, con el nuevo cambio de titular en el juzgado de instrucción número 4, que ha tenido que volver a analizar el voluminoso sumario de más de 11.000 folios. La respuesta de la magistrada ha sido negativa bajo el argumento de la "extemporalidad", pese a que los demandantes se comprometieron a elaborar el informe pericial de contraste en un plazo de cuatro meses, según aseguraron fuentes judiciales.

La negativa ha motivado que las cuatro partes hayan recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco alegando indefensión, añadieron los medios consultados. La nueva instructora está retomando las declaraciones a testigos, tras medio año de paralización del caso. Uno de los últimos testimonios fue, en octubre pasado, el de la archivera que sustituyó al fallecido Manuel Basas. En su declaración, tomada en un juzgado de Madrid, afirmó que desconocía unos documentos medievales que les mostraron. La perito dijo que eran de los fondos municipales y acusó de su sustracción a un librero bilbaíno. La exarchivera afirmó que los manuscritos medievales se trasladaron en 1952 a Madrid para una exposición y que no constó el expediente que certificase su vuelta a Bilbao.

La situación de descontrol en los fondos históricos de Bilbao se remonta a antes de noviembre de 1994, cuando el Ayuntamiento presentó una denuncia por la sustracción de documentos y libros. La perito del caso reconoció en 1995 que más de 15.000 ejemplares estaba aún sin catalogar y la investigación judicial ha constatado que, hasta destaparse el escándalo, no había registro de inventarios de libros desde 1936 y de documentos, desde 1905.