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MIGUEL ÁNGEL GASTELURRUTIAFARMACÉUTICO

"Al medicamento no hay que tenerle miedo, pero sí respeto"

Aurora Intxausti

Miguel Ángel Gastelurrutia (Eskoriatza, 1956), junto con el resto de los farmacéuticos de Guipúzcoa, está luchando contra el uso abusivo de los antibióticos. En un año han logrado que los usuarios reduzcan hasta un 50% el empleo de este tipo de medicamentos. Sin embargo, todavía queda una larga batalla por realizar ya que, según dice, es frecuente el uso frívolo de todo tipo de medicinas por parte de los ciudadanos.Pregunta. Hace un año iniciaron una campaña contra el uso abusivo de los antibióticos. ¿Cuál fue el motivo?

Respuesta. Éramos conscientes de que hay un problema de salud pública, motivado por el mal uso de antibióticos. Normalmente, cuando empleamos de forma incorrecta un medicamento nos afecta a nosotros, al usuario. Sin embargo, en el caso de los antibióticos creamos bacterias que dejan de ser sensibles al medicamento y se van transmitiendo por la población, y lo que hacemos es perjudicar al vecino. Por eso decimos que es un problema de salud pública y por ello queríamos romper esa inercia del mal uso del medicamento.

P. Además de perjudicar a la salud, ¿se incrementan los costes sanitarios?

R. Sí, porque las dolencias son más difíciles de tratar.

P. ¿Qué han logrado con la campaña?

R. Disminuir en un 50% el nivel de automedicación de antibióticos en Guipúzcoa. Ha sido un resultado interesante, que está siendo valorado de forma positiva por las autoridades sanitarias vascas.

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P. ¿Ha sido reticente el usuario a recibir la información del farmacéutico?

R. No es permeable; en muchos casos es difícil convencerle, y ésa es una de las grandes luchas que tenemos en el mostrador de las oficinas de farmacia. De los antibióticos solicitados sin receta, dos de cada tres clientes argumentaban que era el médico o el odontólogo el que se lo había recomendado; pero uno de cada tres era automedicación pura y dura. En estos casos es muy difícil convencer al paciente de que el medicamento no le va a hacer ningún efecto, y cuesta mucho hacerle entrar en razón. A pesar de eso, de ese tercio se dispensaba el 20%. En algún caso ha llegado a ser imposible hacer entrar en razón al paciente.

P. ¿Para qué tipo de dolencias se solicitan con más frecuencia antibióticos?

R. Se piden los más habituales, los más conocidos, destinados a infecciones de vías aéreas altas o infecciones urinarias. El medio de comunicación del médico con la farmacia es la receta y por ello tenemos un problema y una lucha con los prescriptores. Médicos y estomatólogos, ante una consulta de urgencia, dan nombres de antibióticos sin que medie ningún papel, y contra eso hay que batallar, para cambiar ese hábito.

P. ¿Cuántos medicamentos se han suministrado en las farmacias que han participado en el proyecto? ¿Cuántos han sido con receta?

R. De los 21.751 medicamentos solicitados el 92, 2% se ha vendido con receta médica y se han dispensado 1.617 sin receta.

P. ¿Se va a exportar esta iniciativa a los otros territorios vascos y al resto de España?

R. Creo que los resultados están siendo interesantes, y se va a intentar trasladar al resto de los territorios vascos. Éste es un tema en el que debemos estar todos muy implicados hasta conseguir el uso racional de los medicamentos en general.

P. ¿El paciente sabe utilizar el antibiótico para paliar su dolencia?

R. Normalmente, no, porque no acaba el proceso. En cuanto el antibiótico comienza a funcionar y empieza a encontrarse mejor, deja de tomarlo. Es muy importante que no se deje el tratamiento antes de tiempo y que se consuman las cantidades prescritas y en el tiempo indicado.

P. ¿El usuario utiliza con frivolidad los medicamentos?

R. De forma escandalosa. Al medicamento no hay que tenerle miedo, pero sí respeto. Cura o es un veneno en función de cómo se use.

P. ¿Se abusa en exceso de las medicinas?

R. Estamos en una sociedad que no soporta el dolor y requerimos a cualquier ayuda externa para solucionar algo. El medicamento es muchas veces la solución rápida a los problemas tanto físicos como psicológicos. Es más frecuente de lo que creemos pasar del análgesico al antidepresivo sin ningún temor. Queremos depender demasiado de agentes externos que nos ayuden, a veces, a sobrevivir.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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