Multitudinario entierro en Túnez del expresidente Burguiba

El ex presidente tunecino Habib Burguiba fue inhumado ayer en el mausoleo que él mismo hizo construir en su localidad natal de Monastir, en presencia de su familia. El hijo del difunto, Habib, y la hija adoptiva, Nayer, fueron las únicas personas autorizadas a acompañar al cadáver dentro del edificio fúnebre, a cuyas puertas el actual jefe del Estado tunecino, Zine el Abidín ben Alí, pronunció el panegírico del difunto. Los restos mortales de Burguiba, cubiertos con la bandera nacional tunecina, fueron conducidos desde el aeropuerto de Monastir hasta el mausoleo sobre una cureña enganchada a un vehículo militar. Tras la familia del difunto se situaron Ben Alí; los presidentes de Francia, Jacques Chirac; de Argelia, Abdelaziz Buteflika; el príncipe heredero de Marruecos, Mulay Rachid, y el líder palestino, Yasir Arafat. España estuvo representada por el secretario de Estado de Política Exterior y para la Unión Europea, Ramón de Miguel.

Durante el trayecto hasta el mausoleo, de unos dos kilómetros, fue desplegado un cordón de seguridad, formado por la policía y el Ejército, que en algunos tramos se vio con dificultades para no ser desbordado por los más de diez mil tunecinos que se echaron a la calle.