Prodi niega rotundamente que tenga intenciones de presentar la dimisión

El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, se vio ayer obligado a desmentir "categóricamente" que tenga intención de dimitir y regresar a la política italiana. El desmentido, pronunciado a través de su portavoz oficial, Ricky Levy, se produce tras una nueva oleada de críticas periodísticas a su gestión, principalmente en la prensa alemana, y pocas horas después de que el líder libio Muammar Gaddafi le dejara políticamente en evidencia tras su entrevista del lunes en El Cairo. La Comisión, que se reunió a puerta cerrada, reafirmó su confianza en Prodi.

Ya semanas atrás, la prensa de diversos países europeos atacó duramente la gestión del presidente de la Comisión. Esas críticas tuvieron su reflejo en medios estadounidenses. Ante el aluvión de críticas, Prodi se vio obligado a desmentir que esté planeando su regreso a la política italiana.Aquellos desmentidos no lograron acallar las críticas de las que ahora se hace eco la prensa alemana. La Comisión rechazó ya el martes las críticas contenidas en duros artículos publicadas por el Frankfurter Allgemeine Zeitung y por Der Spiegel. Pero la intensidad de los rumores y la dureza de las críticas que ha provocado el desenlace de la entrevista del lunes entre Prodi y Gaddafi llevó ayer al presidente de la Comisión Europea a plantear la situación creada en la habitual reunión semanal del Colegio de Comisarios. El lunes, Prodi ensalzó a Gaddafi después de su encuentro bilateral, y horas después reconoció sentirse "muy decepcionado" tras el discurso antieuropeo y antioccidental que el dirigente libio pronunció en la cumbre euroafricana.

Problema de comunicación

La discusión de ayer en Bruselas fue a puerta cerrada. Los comisarios debatieron sin la habitual compañía de sus jefes de gabinete, portavoces y traductores. La conclusión fue que "no hay problemas de fondo en cómo está trabajando la Comisión, aunque es cierto que no se sabe proyectar una imagen positiva de ese trabajo", señalaron fuentes del ejecutivo comunitario. "Cada uno se ha definido y se ha mojado", señaló un alto funcionario. "De eso ha salido una consolidación del equipo y, por primera vez, una constatación: que hay un problema de comunicación", añadió.

Levy declaró que los comisarios confirmaron por unanimidad su confianza en Prodi y que la víspera, en El Cairo, los jefes de Estado o de Gobierno de la UE habían hecho lo mismo y que así se lo habían hecho llegar a éste a través del presidente en ejercicio del Consejo Europeo, el portugués António Guterres, así como del presidente francés, Jacques Chirac, y el canciller alemán, Gerhard Schröder.

La prensa alemana centra sus críticas en los mismos aspectos en los que habían incidido otros medios, como la poca concordancia entre las promesas de Prodi y los resultados de su gestión, los problemas con Gaddafi, la poca sintonía con los Estados miembros en torno a la reforma del Tratado de Amsterdam o la conveniencia o no de fijar una fecha para la ampliación de la Unión Europea.

Posibles sustitutos

Der Spiegel cita al portugués António Guterres como un serio candidato a sustituir a Prodi y subraya que el español José María Aznar podría optar al puesto en la próxima legislatura porque ha anunciado públicamente que no optará a un nuevo mandato como de jefe de Gobierno en España. El Frankfurter Allgemeine Zeitung afirma que algunos comisarios están presionando a Prodi para que dimita, y cita a los británicos Neil Kinnock y Chris Patten entre los que ambicionarían su sucesión.

Los ataques de la prensa desde que la Comisión accedió a sus cargos en septiembre del año pasado son interpretados en el seno del equipo Prodi como "un intento de debilitar el poder de la Comisión". Y apuntan al Consejo de Ministros como el principal instigador de lo que a su juicio sería, sobre todo, "una campaña de críticas exageradas y precipitadas". "No veo movimientos del Consejo Europeo contra Prodi", señaló otra fuente.