Tormenta en las bolsas
Lo que amenazaba con convertirse en un huracán se quedó, de momento, en simple tormenta. La relativamente moderada caída del Nasdaq al cierre de la sesión del martes, tras haber llegado a caer más del 13%, permitió que las bolsas europeas abrieran ayer con bajas muy suaves, que se fueron acentuando a medida que pasaba el día para posteriormente recuperarse.Pero es pronto para cantar victoria. Hace unos días, la revista norteamericana Barron's publicaba un informe en el que analizaba 207 empresas de Internet en EEUU y concluía que 51 de ellas podrían tener problemas financieros en los próximos meses. Dicho informe lanzó la primera piedra. Le sucedieron las declaraciones de determinados gurús, que han provocado que se derrumbe la desmedida confianza de los inversores en los valores tecnológicos.
La clave del modelo de negocio de muchas empresas de Internet ha sido la abundante disponibilidad de financiación a través de la Bolsa con un coste directo nulo gracias a la subida del precio de sus acciones, lo que permitía plantear estrategias a largo. Pero la súbita pérdida de confianza de los inversores en estos valores va a dificultar la posibilidad de estas empresas de acceder a financiación, lo que probablemente provocará que empecemos a ver las primeras suspensiones de pagos.
En este contexto, la corrección de los valores tecnológicos no ha terminado. Tomando el cierre del martes del Nasdaq (4.148,89 puntos), este mercado había corregido casi un 20% respecto a su máximo histórico, pero se situaba un 89% por encima del nivel de cierre de 1998. Ese mismo día, el índice del sector de Nuevas Tecnologías, que ha tomado base 100 el 31 de diciembre de 1999, se situaba en 99,22 puntos tras haber alcanzado un máximo de 183,83 puntos a mediados de febrero, pero conviene no olvidar que los valores que más pesan en dicho índice habían duplicado o triplicado su precio en los últimos meses de 1999, por lo que su nivel de partida era bastante alto. Baste recordar que aunque Terra ha reducido a menos de la mitad su valor en las últimas seis semanas, su precio es casi seis veces superior al de su salida a Bolsa.
Es evidente que Internet ha entrado en nuestras vidas para quedarse, pero también parece evidente que los "nuevos métodos de valoración" habían ido excesivamente lejos, y los inversores se están cayendo ahora de la nube en la que habían vivido los últimos últimos meses. Esta situación puede deslucir el estreno en España del Nuevo Mercado.
Las empresas se preocupan en exceso de maximizar el precio de venta de sus acciones, pero sobre todo deben plantearse su presencia en la Bolsa con una visión de medio o largo plazo. En ese sentido, aunque es probable que todavía queden varias semanas antes de que los mercados toquen fondo, una vez que partamos de valoraciones más realistas, éstos iniciarán su recuperación. Y tras esta tormenta, volverá a brillar el sol.
Juan Cueto es director de estrategia de Ibersecurities.
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