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Color teja en los cruces peligrosos para las bicis

Blanca Cia

"De poco sirve que pinten los cruces de rojo si el principal problema es que los coches invaden constantemente los carriles-bici o aparcan en ellos, como ocurre siempre en Consell de Cent y en Diputació". Era el comentario que hacía ayer un ciclista en Barcelona, a su paso por el cruce de la avenida del Paral.lel con la Ronda de Sant Pau. Se trata de uno de los puntos que ha escogido el Ayuntamiento de Barcelona para hacer una prueba sobre la nueva señalización del asfalto en los cruces. El objetivo de este cambio es conseguir que los cruces sean más seguros, más visibles.La experiencia se circunscribe de momento al carril-bici del Paral-lel y al que recorre la Diagonal hasta el palacio de Pedralbes. En estas vías, los cruces serán a partir de ahora más visibles. El pavimento utilizado para estos carriles es de color teja. "Se trata de una pavimento poroso antideslizante. Es de un color vivo, porque el principal objetivo es conseguir una señalización que destaque", explicaba el tercer teniente de alcalde, Jordi Portabella.

El edil, también presidente de la Comisión Cívica de la Bicicleta, aprovechó para anunciar que de los actuales 106 kilómetros de carril-bici que tiene Barcelona se pasará a 150 al final del mandato municipal, en 2003.

Cambio de dirección

Y ahora toca abrir nuevos recorridos urbanos de mar a montaña y en sentido contrario. El primero, según explicó Portabella, será el de Urgell entre el Paral.lel y la avenida Diagonal. "Hasta ahora se ha trazado la red de carriles entre río y río, Besòs-Llobregat. Ahora hay que trabajar en la otra dirección", explicaba Portabella.

El caso es que aunque el Ayuntamiento sigue la política de ampliar la red de carriles-bici, el número de usuarios que optan por ese transporte los días laborables va disminuyendo. De acuerdo con los datos municipales, el año pasado usaron la bicicleta entre semana 8.200 personas, unas 2.000 menos que en 1998.

Sin embargo, creció el uso de la bicicleta en fin de semana hasta alcanzar los 96.000 usuarios. Según los datos de la última encuesta de movilidad y tráfico, en Barcelona hay un total de 210.000 bicicletas. El distrito en el que hay más propietarios de ese vehículo es el de Les Corts. Sin embargo, donde se utiliza más es en Ciutat Vella y Sant Andreu. En cuanto al número de accidentes, el año pasado se produjeron 204, ninguno de ellos mortal.

Frente a las cifras y los planes del Ayuntamiento, los usuarios de la bici insisten en que su principal enemigo son los vehículos de motor y las pésimas condiciones del tráfico en la ciudad.

Las quejas son muchas y variadas. Por ejemplo, que los carriles segregados, como el de Consell de Cent, se conviertan en un espacio de carga y descarga permanente, y de estacionamiento de todo tipo de vehículos. Otra: que en los carriles que comparten con los peatones, los tropiezos con el paseante -sobre todo si lleva a un perro con la correa extensible- son muy frecuentes. Más: la falta de atención del conductor de un coche cuando sale o entra de un aparcamiento y tiene que atravesar el carril-bici para llegar a la calzada.

Pero no se acaban ahí las reclamaciones: hay carriles-bici en las aceras que también se ven bloqueados por aparcamientos indebidos. Barcelona tiene diversos tipos de carriles segregados para el uso exclusivo de las bicicletas.Uno de ellos es el de la calle de Marina, donde está situado al lado izquierdo de las calzadas en uno y otro sentido. En principio ése debería ser el más seguro para el ciclista porque hay menos posibilidades de colisión, ya que los vehículos no pueden girar a la izquierda. Pero los sustos también son frecuentes porque hay muchos conductores que no dudan en invadirlo para adelantar.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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