Ferguson: "Ni siquiera intentamos atacar"

Con su habitual acento escocés, cerrado y estridente, el técnico del Manchester, Alex Ferguson, mostró su costado grave. Estaba de mal humor. Decepcionado con sus jugadores, pero conforme con el resultado: "De momento, este es un buen resultado pero no nos esperábamos salir así del Bernabéu. Deberíamos haber marcado un gol para enderezar la eliminatoria, y si no lo hicimos fue porque algunos jugadores no hicieron lo que debían. Me llevo esa pequeña desilusión". ¿Era Beckham el hombre al que se refería Ferguson? ¿O Scholes? No quiso decirlo. "Habitualmente marcamos, esto no es normal, y yo tenía la ilusión de que marcaríamos", apuntó el entrenador de los diablos rojos. "Pero en la primera parte ni siquiera intentamos atacar".Al presidente del Manchester y accionista mayoritario, Martin Edwards, le gustó el clima del Bernabéu, y aseguró que el portero, Mark Bosnich, mantuvo a su equipo en la pelea: "Creo que Bosnich nos ha mantenido en el partido, de cuyo resultado debemos estar satisfechos. El Madrid ha jugado muy bien. No nos ha defrarudado este estadio y esta afición, la atmósfera ha sido fantástica".

Por su parte, el delantero inglés Teddy Sheringham no se detuvo a exaltar a sus compañeros. Por el contrario, seleccionó a Redondo como al hombre a destacar: "Para mí ha sido lo mejor del Real Madrid". Sheringham, que es delantero suplente junto con Solsjkaer, marcó junto a éste los goles que decidieron la final de la última edición de la Liga de Campeones, jugada en el Camp Nou. Ayer entró en los últimos minutos, y mantuvo un intercambio de piques verbales y físicos con Iván Campo. Y si hace una semana elogiaba a Redondo como el jugador más interesante del Madrid -"¿Cómo se llama el argentino?, ese es el mejor", decía- ayer se reafirmó. Luego comentó que se sentía extraño: "Me siento raro después de este partido. Ha sido un encuentro inusual. No ha sido un mal resultado y esto, evidentemente, no está acabado ni mucho menos. Estamos justo en la mitad del camino, ahora tendremos que resolverlo en Old Trafford. El Bernabéu ha probado ser el gran estadio que nos esperábamos".

Keane, el capitán, estaba desolado. Sus grandes ojos azules brillaban con la ira del competidor contrariado, muy destacados bajo su prodigiosa cabeza rapada. "Estamos todos muy decepcionados".