La policía busca a un joven de 16 años por matar a sus padres y su hermana pequeña El asesino usó una espada de 'samurai'
Efectivos del Cuerpo Nacional de Policía buscaban ayer a J. R. P., de 16 años, como presunto autor de la muerte de sus padres y su hermana de nueve años en Murcia. Los tres cadáveres, que presentaban graves heridas de arma blanca, fueron hallados ayer en el domicilio familiar del número 20 de la calle de Santa Rosa, en la capital murciana, después de que un vecino, que oyó gritar a la niña a primera hora de la mañana, alertara a la policía, tras efectuar sin éxito numerosas llamadas telefónicas, y a la puerta de la vivienda.
Otras fuentes afirman que el joven confesó su crimen a un amigo y que fue éste quien llamó a la policía. Dos vehículos policiales fueron a la casa y los agentes llamaron a la puerta sin obtener respuesta.La policía logró entrar en la vivienda, un segundo piso, con ayuda de un coche escala de los bomberos sobre las cinco de la tarde. Hallaron rastros de sangre por todas partes y los cuerpos sin vida del matrimonio formado por Rafael Rabadán Martínez y Mercedes Pardo Pérez, de 51 y 50 años, respectivamente, así como el de su hija María Mercedes, de nueve, que padecía el síndrome de Down.
Según fuentes policiales, los cuerpos del padre y la niña estaban en el cuarto de baño, y el de la madre sobre la cama de la habitación de la pequeña. Las mismas fuentes han señalado que los cadáveres presentaban numerosos cortes de arma blanca en la cara, el cuerpo y las manos, como si hubieran intentado defenderse de su agresor. El padre tenía la cabeza "prácticamente seccionada por un golpe de katana (espada samurai utilizada en artes marciales)". La policía atribuye los rastros de sangre en la vivienda a que los cadáveres fueron arrastrados y cambiados de sitio por el asesino.
Artes marciales
Tras la llegada del titular del Juzgado de Instrucción número uno de Murcia, Jaime Jiménez, se procedió al levantamiento de los cadáveres y su posterior traslado al Instituto Anatómico Forense. A continuación los agentes retiraron de la vivienda la katana con la que supuestamente se cometió el triple crimen, un hacha y otras armas y efectos de artes marciales.
La policía busca ahora al hijo mayor del matrimonio, J. R. P., de 16 años. El joven, que dejó recientemente los estudios, practica artes marciales desde hace unos cinco años y, según fuentes de la investigación citadas por Efe, en su habitación se hallaron libros satánicos.
Algunos vecinos aseguraron que el joven fue visto en las inmediaciones de la vivienda poco antes de las siete de la tarde, más o menos cuando se procedía al levantamiento de los cadáveres, pero que al notar que era observado huyó. La calle Santa Rosa fue ayer un hervidero de personas que manifestaban su estupor por lo ocurrido, ya que la familia Rabadán era muy conocida y apreciada en el barrio.
Parientes de las víctimas han señalado que el joven no tenía ningún problema, que se llevaba bien con su familia y que a veces ayudaba al padre a engrasar el camión con el que se ganaba la vida como transportista para la empresa de construcción Vera Meseguer. "No tenían problemas, ni económicos ni de otro tipo", señaló un familiar. "Se le han debido cruzar los cables al chiquillo". Otras fuentes familiares señalaban que el padre consentía todos los caprichos al joven, incluida la compra de la espada japonesa, a la que su madre se oponía.
Amigos del J. R. P. que se encontraban en las inmediaciones del lugar del crimen apuntaron por su parte que el joven había estado con ellos la noche anterior y que había realizado una llamada desde su móvil, aunque nos sabían a quién. J. R. P. es moreno, con el cabello corto y acné en la cara. La última vez que fue visto llevaba un pantalón vaquero y la parte superior de un chándal.
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