Un tercio de supervivientes
"En Euskadi no sobra nadie, necesitamos el esfuerzo de todos". Con esa frase, el primer presidente del Parlamento vasco, el nacionalista Juan José Pujana, inauguró el 31 de marzo de 1980, en la Casa de Juntas de Gernika, el primer Legislativo autonómico. Desde aquella fecha de su puesta en marcha sólo siguen en la sede de Vitoria dos personas, el parlamentario peneuvista José Antonio Rubalcaba y el ujier Andoni Polidura. Cuatro diputados han sido asesinados por los terroristas, Enrique Casas y Fernando Buesa, del PSE, Gregorio Ordoñez, del PP y Santiago Brouard, de HB. Y a pesar de las idas y venidas de la política, de las crisis de los partidos y del crecimiento de la comunidad autónoma, el presidente del PNV, Xabier Arzalluz nunca se ha sentado en el cuero de sus escaños.Han sido veinte años en los que la Cámara se ha convertido en un escenario de diálogo y desencuentro, de consenso y división, además de un gran teatro en el que se ha trenzado lo trascendente y solemne con lo pintoresco.
Andoni Polidura hacía de todo. Desde chófer para Pujana hasta llevar notas a los diputados y verificar que las obras del Parlamento estaban avanzando. "Teníamos que entrar a la actual sede por encima de unas tablas, y un día Pujana se cayó y se rompió la pierna", recuerda.
La primera legislatura fue la más densa en producción legislativa y la que reunió a los más brillantes oradores. El ahora discrepante Emilio Guevara coincidió en el PNV con el lehendakari Carlos Garaikoetxea, y con los entonces jóvenes Juan María Ollora e Iñaki Anasagasti. Todavía estaba por llegar la escisión del PNV, la desaparición de EE, la refundación de la derecha en el PP y el nacimiento y escisión de UA.
Los debates eran interminables, un pleno al mes. En alguna ocasión se llegó a parar el reloj para poder seguir discutiendo con los socialistas, entre los que el orador por excelencia era Ricardo García Damborenea, seguido muy de cerca por Juan Manuel Eguiagaray y Txiki Benegas, junto al jóven Ramón Jáuregui. Eran tiempos en los que el titular de prensa se lo llevaba quien mejor conducía el debate, y en eso todos coinciden que el verdadero maestro era Javier Olaverri, de EE, que compartía escaño con Mario Onaindía, ahora en el PSE, y Xabier Markiegi, que tras quedarse sin partido es el ararteko.
"Cuando entramos en el grupo parlamentario", recuerda José Antonio Rubalcaba, "las sillas estaban con el plástico puesto y todavía no habían colocado el suelo". En la primera legislatura, de 1980 a 1984, también resultaron elegidos Telesforo Monzón y Jon Idigoras, de HB, aunque su participación en la institución fue nula. Quienes sí intervinieron por la extinta UCD fueron Jaime Mayor Oreja, ahora ministro del Interior, el fallecido Txus Viana. "Santiago de Griñó (AP) se cogió un cabreo considerable cuando quitamos del calendario laboral la festividad de Santiago", recuerda Rubalcaba. "Hizo un discurso histórico diciendo que aquella noche se le había aparecido el santo y quería saber porqué, después de lo hecho en la batalla de Clavijo, ahora se le apartaba del calendario laboral a pesar de ser el patrono también de los vascos". El consejero de Presidencia interpelado era Mario Fernández, quien le respondió: "Verá usted, yo no tengo hilo directo con Dios, y además el día de la batalla de Clavijo estaba de imaginaria".
Una de las risas que más se oyó en el hemiciclo debió de ser la del diputado del Partido Comunista Roberto Lertxundi, quien coincidió en el Grupo Mixto con los de Alianza Popular. De aquellos 60 electos iniciales, sólo 18 siguen en la política. Seis del PNV, tres de EA, dos de HB, cinco del PSE y dos de la UCD que ahora están en el PP.
Otra de las caras habituales del Parlamento vasco -fue elegido parlamentario en todas las legislaturas, aunque en dos dimitió para dedicarse al Gobierno vasco- es José Antonio Maturana. "Ramón Labayen me la jugó cuando me casé. Era mayo de 1982 y yo era el portavoz del PSE en temas de cultura. Para cuando vine del viaje de novios por Italia, el Gobierno y el PNV ya habían aprobado la ley de EITB. No me lo podía creer, batieron el record de rapidez parlamentaria", rememora.
"No participamos en la primera legislatura, pero sí en el debate de investidura de Juan Carlos Yoldi [preso preventivo de ETA que presentó HB como candidato a lehendakari alternativo a Ardanza en 1987] y en el de la autodeterminación [1991]", dice un ex parlamenmtario de HB que fue elegido en tres legislaturas y que prefiere mantenerse en el anonimato. "El Pacto de Ajuria Enea hizo frustrante la Cámara porque los debates estaban predeterminados. Pero recuerdo el discurso de Yoldi como un momento transcendencia social, que evidenció la división entre el institucionalismo y los problemas reales de la calle."
Hoy todos están invitados a recordar su propia historia.
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