_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

De Brunete a Santoña

Antonio Elorza

En buena lógica, los resultados electorales en el País Vasco hubieran debido modificar sensiblemente el panorama político. El llamamiento de los nacionalistas radicales a la abstención fue un claro fracaso y el más cerrado de los nacionalistas demócratas ha podido comprobar que por este peculiar camino de construcción nacional la Euskadi urbana acabará convertida en un feudo del PP. Pero la lectura de los números no debe ser el fuerte de los analistas del frente de Lizarra. Así pueden proseguir unos y otros sus respectivas tareas, de apoyo externo a la estrategia terrorista en el caso de HB y de rechazo a toda normalización de las relaciones con los demócratas constitucionales por parte del PNV y del Gobierno vasco.Entretanto, ETA responde a los propios fracasos políticos con la baza que le proporciona la actitud de equidistancia -dentro de Lizarra- adoptada por el nacionalismo democrático. Ya sin las caretas que se vieron obligados a ponerse por un tiempo los voceros de HB, éstos pasan a cumplir su antigua función de glosadores de la lógica del terrorismo, ahora orientada a la eliminación de toda voz que ETA considere adversa para su cordial invitación al "diálogo" en la resolución del "contencioso". Más claro que la explicación de Otegi tras el atentado contra Carlos Herrera, imposible. Aquél que no se convierta en Margarita Robles y renuncie a callar ya sabe lo que puede tocarle en esta ruleta rusa. Y, a fin de que el patrón de comportamiento nacionalsocialista sea cumplido en todos sus términos, ahí están los atentados cotidianos contra los representantes de los partidos democráticos en Euskadi.

Dado el fracaso de las expectativas políticas suscitadas por Lizarra, ETA y HB están en su papel, buscando una independencia fundada sobre el terror, en el presente y en el futuro. Lo que resulta cada vez más inexplicable es la actitud del PNV y el Gobierno vasco ante lo que es una evidente deriva terrorista y totalitaria por parte de quienes siguen siendo sus aliados en Lizarra. Ante el atentado nuestro de cada día, las cifras mínimas de detenciones hablan por sí solas y apuntan, en la Consejería de Interior, a una incompetencia manifiesta o, lo que es peor, una pasividad cómplice. Es esto lo que está creando en Euskadi un estado de excepción permanente. Por lo demás, ¿qué cabía esperar de un consejero que protestaba airadamente, durante la tregua de rearme, ante la detención por Francia de un etarra? Resulta congruente con lo anterior que al descubrir la Ertzaintza material para atentados en una taberna batasuna, y eso por la denuncia de un vecino, Balza advierta de que resulta "aventurado" ver en ello una conexión entre HB y cuanto ocurre. Menos aventurado es, en consecuencia, ver en su gestión una garantía insuperable de impunidad. La responsabilidad recae también sobre un lehendakari entregado últimamente a exhibir su supuesta buena voluntad. Condena, menos mal, el terror, en principio sin reservas, pero para inmediatamente añadir que es preciso resolver el conflicto vasco -el que crea el frente nacionalista por encima de los ciudadanos-, con lo cual vuelve a situarse en el campo delimitado por Lizarra. Así que, en vez de sentar la premisa de una restauración del consenso democrático, al que lógicamente podría sumarse HB de romper su dependencia actual, volvemos a encontrar un llamamiento a la discusión entre todos, con una meta que los nacionalistas tienen ya diseñada. Si los demás no ceden, la guerra sigue, e Ibarretxe se lava las manos. Da la sensación de que, ante los reiterados fracasos electorales de cara a la soberanía, busca jugárselo todo al órdago de un referéndum de autodeterminación. De nuevo, con mejores modales, convergencia con ETA.

La artillería gruesa queda para los portavoces del partido. ETA atenta contra periodistas y el PNV, sin medir las consecuencias, denuncia por boca de Anasagasti "el Brunete mediático" antinacionalista. Otra vez el "Arbeit macht frei". Sería preciso evocar otro Brunete, la lucha de los republicanos por la democracia en el verano del 37, mientras los nacionalistas del PNV buscaban, para perdición propia, la alianza con el fascismo italiano, organizando la mascarada de Santoña. ¿Cuándo rectificarán?

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_