Tranquilidad en la familia de la consejera
La familia de Susana Bermúdez recibió ayer la noticia de la nueva querella con la tranquilidad y casi el desparpajo que ha venido mostrando desde que la tránsfuga desapareciera de Ceuta con la esposa del actual presidente de la ciudad autónoma, Antonio Sampietro: estuvo en Eurodisney y no volvió hasta que tuvo que votar para dar el Gobierno al Grupo Independiente Liberal (GIL), la formación de Jesús Gil."Estamos tranquilos, somos gente honrada y no tenemos nada que ocultar", comentó ayer el padre de Susana, Ángel Bermúdez, apodado Trotsky, patriarca del clan, histórico militante socialista y verdadero negociador del paso de su hija desde el PSOE al Gobierno con el GIL.
Bermúdez padre, tras hacer varias loas a los "servicios al pueblo de Ceuta" que está cumpliendo su hija desde la Consejería de Cultura, sostiene que la familia entera ya ha asumido que el Ejecutivo central está decidido a inculparles, por lo que aceptan cada noticia que surge sobre el proceso como un "nuevo trámite" dentro de una estrategia que entienden como de acoso y derribo contra ellos.
En todo caso, los Bermúdez están convencidos de que el fiscal será incapaz de encontrar pruebas para sustentar su acusación, por lo que van a seguir con la actitud de no avergonzarse del transfuguismo de Susana y de achacar únicamente a su voluntad de servir a Ceuta el cambio radical de su posición.
Tal y como sucedió en la crisis de agosto pasado, cuando Susana se fue de la ciudad, Ángel Bermúdez está haciendo de portavoz de su hija.
