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Los barrios de Sol, Huertas y Justicia son los más contaminados acústicamente

El 86,4% del distrito madrileño de Centro sufre contaminación acústica, derivada del ocio nocturno en un 45,8% de los casos y del tráfico en un 40,6%, según el informe sobre Estudios de niveles sonoros ambientales en el distrito que hoy dará a conocer el Ayuntamiento. De los barrios estudiados, las Letras -es decir, Huertas-, Justicia, el área de Alonso Martínez y Sol son las zonas más contaminadas acústicamente. El estudio, propuesto por el grupo municipal socialista, desplegó 200 sonómetros en 368 balcones y costó 200 millones.

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Mientras la gente de otros barrios que visita las zonas de copas de Huertas, Alonso Martínez y Sol se divierte a voces durante la madrugada, los vecinos residentes en estas áreas han de convivir con el ruido del ocio nocturno. Las mediciones, a base de 200 sonómetros, se han realizado en 368 puntos distintos, generalmente balcones situados en primeros o segundos pisos, donde estuvieron una semana.De las muestras recogidas, los puntos más significativos por exceso de ruidos corresponden a la calle de Núñez de Arce, en el barrio de Justicia, con 90,5 dcA (decibelios corregidos); la calle de las Huertas, con 82 decibelios, y la de Espoz y Mina, en el barrio de Sol, con 80 decibelios. De noche, la calle de las Huertas, con 77 decibelios, y la de Fúcar, también en Huertas, con 75 decibelios, muestran los más intensos registros. Estos niveles máximos de ruido reflejados en los gráficos corresponden a momentos concretos cuya secuencia da la magnitud exacta del problema, según los directores del estudio.

El estudio se ha prolongado durante 17 meses. El concejal de Medio Ambiente, Adriano García-Loygorri, proyectó sufragar la instalación de dobles ventanas a los vecinos de la zona dañados por el ruido. Aún no ha precisado si aprobará dicha medida tras conocer los resultados de las mediciones.

El estudio relativo a los niveles sonoros ambientales en Centro fue iniciado en octubre de 1998 y se aplicó a los barrios de Palacio, Embajadores, las Cortes, Justicia, Universidad y Sol. La instalación de sonómetros mostró que los incrementos de ruido entre los días laborables y festivos en las zonas estudiadas señalaban que existía una diferencia superior a tres decibelios, lo cual muestra, según los redactores del estudio, que, al no ser el tráfico el causante del incremento, lo son las actividades de ocio.

Mediciones de medianoche

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Las mediciones hicieron hincapié en la franja horaria comprendida entre la medianoche y las cinco de la madrugada. El resultado del estudio que hoy será presentado propone una tipología según la cual la zona estudiada será considerada no contaminada cuando el valor acústico medido no supera los 55 decibelios; contaminada cuando el valor está comprendido entre 55 y 59 decibelios; levemente saturada, entre 59 y 62 decibelios, y muy saturada cuando los decibelios excedan de 62. Éstos son valores nocturnos.

Los vecinos, sin embargo, se quejan de que las mediciones debieran haberse hecho a partir de 45 decibelios, no de los 55 que prevé el estudio.

En Centro hay declaradas seis zonas ambientalmente protegidas. Los vecinos piden que todo el distrito sea declarado bajo esta protección. "Cuando las asociaciones vecinales insistimos mucho, la movida se desplaza a los barrios hasta entonces más tranquilos", dice Blanca Sahún, representante del barrio de Justicia. "Además estamos sufriendo una sangría de población", añade Juan Carlos Mora. "Entre 1986 y 1996, en mi barrio se ha producido una disminución de más de 1.000 residentes", señala otro. "En el barrio de las Cortes, menos poblado, la disminución es del mismo tamaño, y en Embajadores, por ejemplo, de 47.207 habitantes entonces, se pasó a 40.987 en 1998".

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