Hallada otra fosa con 70 cadáveres de miembros de la secta de Uganda
La última fosa común encontrada ayer en el jardín de la casa de uno de los líderes del Movimiento para la Restauración de los Diez Mandamientos de Dios contenía alrededor de 70 cadáveres, muchos de ellos de niños. Las víctimas, que presentan señales de heridas y en algunos casos pañuelos enrollados al cuello, llevaban muertas menos de tres meses, según la policía ugandesa.
En lo que, por el momento, constituye el último capítulo de la larga lista de horrores que ha dejado a su paso la secta ugandesa, la policía descubrió ayer la nueva fosa común en el jardín de la casa que Dominic Kataribabo, uno de sus líderes, tenía en la localidad de Rugazi. Los prisioneros de una cárcel vecina que realizan las excavaciones encontraron el domingo un primer cuerpo enterrado en el mismo sitio. Kataribabo era uno de los dos líderes de la secta que fallecieron el pasado día 17 de marzo en Kanungu, en el incendio del templo en el que el Movimiento por la Restauración de los Diez Mandamientos de Dios realizaba sus celebraciones. Más de 500 personas murieron en este suceso, que está siendo investigado por la policía ugandesa, ya que, aunque en principio fue considerado un suicidio, nuevos indicios, como que puertas y ventanas estaban selladas, inducen a pensar que se trató de un homicidio. Además, el continuo goteo de nuevas víctimas, cuyos cadáveres siguen apareciendo en diversas propiedades de la secta, ha llevado a la policía a considerar el caso como una sistemática eliminación de miembros de la secta. Seis cadáveres más fueron hallados en las letrinas de la iglesia de Kanungu y la semana pasada la policía encontró otros 153 cadáveres enterrados en un edificio usado por la secta en la localidad de Buhunga, cercana a Rugazi.
Con el hallazgo de ayer, son ya más de 700 los muertos relacionados con la secta, cuyos líderes, aparentemente, comenzaron a deshacerse de sus miembros cuando éstos empezaron a cuestionarles al fallar su profecía de que el mundo se acabaría el pasado 31 de diciembre.
La suerte corrida por su máximo líder, Joseph Kibweetere, que ahora es buscado por asesinato, sigue siendo incierta. Aunque hay testigos que afirman haberlo visto salir del templo de Kanungu antes de que ardiera, su esposa, que lo define como "un hombre adorable" antes de que los otros líderes le convirtieran en "una marioneta", afirma que reconoció su cadáver carbonizado por "un anillo de oro que llevaba en la mano izquierda y que le distinguía como obispo".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
El Louvre, en su punto más bajo: ¿qué le pasa al museo más famoso del mundo?
Kate Winslet nos habla de su debut como directora (y de lo difícil que sigue siendo ser mujer en el cine)
La Administración de Trump publica (a medias) los papeles de Epstein: ¿cuáles son las principales novedades?
Todo lo que tienes que saber para seguir la jornada electoral de Extremadura
Lo más visto
- Uno de los promotores de la señal V-16 de tráfico: “Es duro oír el testimonio de víctimas que han sufrido amputaciones al poner los triángulos”
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- Cae una organización que enviaba camiones cargados de cocaína desde Marbella hasta varios países europeos
- La policía registra varios domicilios y las oficinas de la ministra francesa Rachida Dati por otro presunto caso de corrupción
- Manuel Castells, sociólogo: “El mundo está en un proceso de autodestrucción”




























































