UGT pide para Almussafes uno de los nuevos motores diesel diseñados por Ford y Peugeot El proyecto absorbería los empleados que ahora producen los modelos HCS y Zetec-SE
Ford Europa está en fase de reestructuración y Almussafes no es ajena a estos cambios. La factoría valenciana tiene asegurada la producción de vehículos, pero no la de motores. La sección sindical de UGT en la Ford de Almussafes ha pedido a la compañía la venida de un nuevo motor diesel, diseñado por la multinacional en colaboración con Peugeot, que estará listo a principios del año próximo. Son un millar de empleos en motores los amenazados si Valencia no consigue un nuevo modelo, ya que los dos motores que produce ahora (HCS y Zetec-SE) dejarán de fabricarse en uno o dos años.
La multinacional del automóvil planea grandes cambios en toda su estructura tras las pérdidas de millones de dólares del año pasado. La planta española, muy alejada de los centros de decisión estadounidense y europeo, parece tener asegurada la carga de trabajo para las plantas de montaje de vehículos. En la actualidad, fabrica 1.620 coches diarios, de los que 645 corresponden al modelo Ka y 975 al recién lanzado Focus. Atrás quedan las épocas de incertidumbre, después de que la compañía trasladase la producción del Fiesta y el Escort a otras plantas alemanas e inglesas y el futuro de Almussafes quedara ligado exclusivamente a la suerte en los mercados del Ka. En un acuerdo alcanzado con los sindicatos en 1995, Ford se mostró dispuesta a crear un tercer turno de trabajo para el montaje de vehículos una vez la factoría rebasase las 2.100 unidades diarias. Según Gonzalo Pino, responsable de la sección sindical de UGT en Almussafes, este objetivo se logrará antes del 2001.
El horizonte no está, a juicio del sindicato, tan despejado en lo que se refiere a las plantas de motores, donde trabajan 1.600 empleados, según UGT. La factoría valenciana produce unas 2.200 unidades diarias, 1.250 del modelo HCS (se monta en el Ka en las versiones 1.250 y 1.300), y 950 del Zetec-SE (antes conocido como Sigma). Cuando en 1995 se inició la producción de este último modelo, las previsiones eran que Valencia produjera 650.000 unidades al año, pero sólo se ha llegado a los 250.000 motores.
En la producción de estos dos modelos trabajan 1.020 personas. Almussafes pujó hace unos meses por adjudicarse la producción de otros dos nuevos motores de Ford, el I4 e I5, para asegurar la continuidad de las plantas de motores, pero al final sólo consiguió el primero de ellos, es decir, carga de trabajo para 600, con lo que el futuro de un millar de operarios continúa, a juicio de UGT, sin resolverse.
"La compañía norteamericana encargada de evaluar para Ford Motor la productividad y la eficiencia de sus plantas sitúa a Almussafes en el primer lugar en la producción del HCS y en segundo lugar, en la de Zetec-SE. A pesar de ello, perderemos estos dos modelos en uno o dos años y, por ahora, no hay ninguna alternativa", asegura el responsable de UGT.
Situación preocupante
La situación es cada vez más preocupante, opina el dirigente. Éste insiste en que Ford España y la Administración deben hacer ya su apuesta para traer más modelos a Almussafes ya que las decisiones en la multinacional no se toman de un día para otro. "En Valencia se ha hecho en la última década un esfuerzo considerable por mejorar la cualificación de los trabajadores de motores. Hoy, un operario de esta planta es polivalente al 100%", agrega Pino.
Para principios del año próximo está previsto que Ford y Peugeot presenten tres nuevos motores diesel. "UGT apostará por que uno de ellos se fabrique en Valencia", añade el dirigente sindical. Según Pino, la sección sindical de UGT, ahora mayoritaria en la factoría, espera que antes de julio haya una respuesta de la compañía y las administraciones públicas porque de lo contrario "habrá confrontación" en un año en el que se tiene que negociar el convenio de la empresa. La sección sindical envió hace dos meses una carta a EE UU concretando su petición. "Es imprescindible que cada cual pelee a la altura de sus posibilidades por ese nuevo motor. En Ford de Alemania siempre han trabajado así", apostilla Pino.
Por otro lado, este sindicato no está de acuerdo con los planes que baraja la dirección de que los 1.000 trabajadores excedentes de las plantas de motores, donde la UGT siempre ha tenido su mayor núcleo afiliado, sean recolocados en el tercer turno que la compañía podría poner en marcha a finales de este año o principios del siguiente si se aumenta la producción de vehículos en unas 500 unidades diarias, y todo apunta a que así será. "Queremos que el tercer turno cree nuevos puestos de trabajo en la factoría", defiende Pino. "Si no obtenemos una respuesta clara de Administración, central y autonómica, antes del verano empezaremos a movilizarnos", concluye.
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