La negociación laboral en Isla Mágica se estanca a 24 horas de que se cumpla el ultimátum de las cajas

Los representantes de los trabajadores de Isla Mágica y los gestores del parque temático ni siquiera llegaron a reunirse ayer. Las negociaciones para alcanzar un nuevo acuerdo laboral, tal y como habían exigido Unicaja, Caja San Fernando y El Monte para seguir adelante con la ampliación de capital que necesita el parque, llevan una semana bloqueadas. Ambas partes mantienen posturas distantes sobre cuál debe ser la cuantía del recorte salarial y cómo deben adaptarse los empleados fijos por horas a la afluencia de visitantes. Las tres cajas habían condicionado su permanencia en el proyecto a que se llegara a un acuerdo antes de hoy, si bien los sindicatos confían en que no se cumpla el ultimátum.

Un nuevo acuerdo entre los trabajadores y la empresa, que recogiese condiciones laborales más flexibles, es una de las condiciones que pusieron sobre la mesa las tres cajas de ahorros para encabezar la ampliación de capital (2.250 millones en total) y hacerse cargo, con más del 60% de las acciones, de la gestión de Isla Mágica, que afronta una delicada situación financiera, con 6.000 millones de pesetas de deuda acumulada.Las negociaciones entre los representantes del comité de empresa (UGT y CCOO) y los gestores apenas han avanzado en los últimos días, lo que ha llevado a suspender diversas reuniones previstas esta semana; la última, ayer, en el Servicio de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales (Sercla), fue desconvocada por el comité de empresa, cuyo presidente, Manuel Fernández, apeló ayer a la "responsabilidad de todos" y mostró su confianza en que las cajas no cumplan su ultimátum, informa Daniel Gil.

Ambas partes agotarán el tiempo marcado por las cajas. Y, en todo caso, el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín se ha ofrecido para mediar en el conflicto en una reunión convocada para el próximo lunes. Fernández (UGT) precisó ayer que el comité asistirá a la cita, mientras que la empresa no ha anunciado sus intenciones. "La empresa tiene muy poca autonomía en la negociación", indicó el presidente del comité, para quien las cajas se han hecho con las riendas de la situación. "No sabemos cual es la voluntad real de las cajas, que en realidad han entrado en esto por presiones políticas", comentó.

Las cajas quieren que en el nuevo acuerdo se adapten las retribuciones salariales al tiempo efectivamente trabajado. Hasta ahora, los más de 400 trabajadores fijos por horas (el 75% de la plantilla), se acogían a distintas categorías (desde las 1.080 horas hasta las 400 horas por temporada), a las que la empresa garantizaba el pago. Ahora, las cajas pretenden que la retribución salarial se ajuste a la afluencia de visitantes y los pagos a las horas efectivamente trabajadas.

Los trabajadores han aceptado los argumentos de las cajas, pero han realizado una contraoferta: garantizar el pago a todos los trabajadores fijos por hora de un mínimo de 400 horas por temporada (a unas 670 pesetas por hora). "Si se abre el parque, todos trabajarán mucho más que eso", indicó Rocío Collado, de CCOO, quien recordó que las remuneraciones salariales por temporada apenas superan los 76 milones por temporada. "No es creíble que las cajas no vayan a seguir en Isla Mágica sólo por las condiciones laborales", mantuvo.

Órdago de la dirección

La dirección de Isla Mágica, acompañada por la patronal sevillana , replicó ayer con un órdago a los trabajadores del parque temático. "Todas las partes han cedido, los bancos con los que se mantiene una deuda, las administraciones públicas con las ayudas y los socios con la ampliación de capital, todos menos los sindicatos", señaló el presidente de Isla Mágica, Enrique Moreno de la Cova (elegido por los anteriores gestores).

Hay, sin embargo, más condiciones requeridas por las cajas, además de las laborales, que aún no se cumplen. La empresa estatal Agesa se opuso el jueves en el Consejo de Administración de Cartuja 93 a la concesión de una prórroga para ampliar el parque y a la reducción del canon explotación (127 millones) que paga Isla Mágica. Y Endesa, una de las accionistas, se negó a ir a la ampliación de capital en el porcentaje que le correspondía (200 millones) y sólo aportará la cantidad que recibe por la electricidad que vende al parque (90 millones).