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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Menos, pero más viejos

España aparece, una vez más, en un informe oficial de la ONU sobre la evolución de la población, como el país industrializado más proclive a envejecer en los próximos 50 años. La población no sólo se mantiene estancada, sin horizonte de renovación, sino que tiende a disminuir sustancialmente y a convertirse en la más envejecida del planeta en el año 2050 (unos 30 millones de habitantes, con una media de edad de 54,3 años). Es cierto que toda proyección demográfica debe ser acogida con mucha cautela. Pero marca una tendencia que sólo podrá corregirse con un cambio de actitud social frente a cuestiones como la natalidad y la inmigración. Un dato seguro es que el sistema productivo español, como el de los países de la UE, necesitará cada vez más de mano de obra inmigrante. De ahí la urgencia de disponer de políticas capaces de integrar al inmigrante en la sociedad y de combatir con vigor modelos peligrosos para la convivencia, como el imperante en El Ejido. La inmigración se convertirá en un factor de rejuvenecimiento de la sociedad, pero insuficiente si no existe una política de apoyo a la maternidad que haga compatible el derecho de la mujer a integrarse en el mundo laboral con su voluntad de tener hijos, sin costos añadidos para ella. Los partidos han comenzado a sensibilizarse ante este problema y a proponer medidas concretas en sus programas electorales. Pero más que ayudas directas a la natalidad, lo que define a un sistema moderno es su capacidad de aliviar la sobrecarga excesiva de la familia en términos de atención a los hijos menores, de mantenimiento de los que están en paro y de cuidados a ancianos dependientes. Sólo políticas activas sobre el empleo juvenil, acceso a la vivienda, creación de guarderías públicas y concertadas y, en general, sobre una conciliación real de la vida familiar y laboral podrán incitar a los jóvenes a tener hijos y a no sentir la paternidad-maternidad como algo insoportable. Si no se corrigen las tendencias que señala la ONU, sus efectos se llegarán a hacer sentir sobre el bienestar de la sociedad.

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