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Traspasar los límites biológicos

Mientras la naturaleza establecía unos límites indiscutibles no había dilema. Pero desde que los avances de la ciencia han empezado a desafiar a las leyes de la naturaleza esos límites se han vuelto relativos. ¿Deben las mujeres, una vez finalizado su ciclo reproductivo, tener hijos? ¿Es correcto que parejas que no podrían tener hijos de forma natural acaben teniendo trillizos, cuatrillizos o hasta sextillizos gracias a técnicas de reproducción asistida cuando el organismo femenino está programado para la fecundación monoembrionaria?Éstas fueron algunas de las cuestiones que se trataron el pasado martes en una mesa redonda titulada Las fronteras biológicas de la reproducción: gestaciones múltiples y edad de las mujeres que organizó la Fundación Víctor Grífols y Lucas, presidida por Victoria Camps, en colaboración con el Colegio de Periodistas de Cataluña y que se enmarca dentro del primer Fórum de Bioética.

El ciclo de gestación de la mujer termina alrededor de los 40 años. A partir de esa edad se considera que los óvulos no son de tan buena calidad y un embarazo podría provocar malformaciones en el feto. Pero muchas mujeres, porque se han retrasado o porque tienen problemas de fertilidad, se plantean la maternidad cuando su cuerpo se encuentra en el límite biológico de la reproducción. En ese caso, puede recurrir a la fecundación in vitro, incluso a la donación de óvulos. Pero en estos casos es preciso plantearse, según Diana Guerra, doctora en Psicología del Insituto Dexeus, "las motivaciones de una mujer que quiere tener su primer hijo pasados los 40 años" y plantear "las consecuencias emocionales de los futuros hijos, que tendrán padres con edad de abuelos". La demanda de gestaciones en estas edades, sin embargo, sigue creciendo y Diana Guerra considera que "es muy difícil poner límites, porque detrás de todo esto hay un gran negocio".

Aumento de la depresión

Respecto a los embarazos múltiples, Guerra explicó que las técnicas de reproducción asistida deben considerarse fracasadas cuando obtienen embarazos múltiples. Guerra recordó que la tasa de embarazo múltiple en la fecundación in vitro es del 40% y añadió que a pesar de que no existen muchos estudios sobre las consecuencias psicológicas de las mujeres que se quedan embarazadas de más de un hijo, tanto ellas como los hijos suelen presentar porcentajes más altos de depresión.

Desde el punto de vista jurídico, Encarnació Roca, catedrática de Derecho Civil de la Universidad de Barcelona, explicó que la Ley de Reproducción Asistida, de 1988, no fija una edad límite y los únicos requisitos que especifica para la futura madre, con o sin pareja, son la mayoría de edad, un buen estado de salud, que haya sido informada del procedimiento a seguir y su libre aceptación. Roca aclaró que en los casos en los que fuera necesaria una reducción embrionaria, ésta no sería considerada aborto, ya que no interrumpe el embarazo sino que reducir el número de embriones ante el peligro de perjudicar la salud de la madre o los hijos.

Lluís Monset, gerente de la Asociación Catalana de Establecimientos Sanitarios, se mostró a favor de "una maternidad responsable en caso de infertilidad" y de respetar "el límite biológico, que está bastante claro, aunque hay casos extremos".

Según datos de 1997 del registro catalán de técnicas de reproducción asistida, el 6% de las mujeres que las solicitaron eran menores de 30 años, el 18% mayores de 40 y un 74%, tenían entre 30 y 40 años. Guerra justificó la tendencia de una maternidad tardía en el hecho de que la mujer busca la estabilidad económica y laboral antes de tener hijos. Sin embargo, la edad condiciona considerablemente el resultado. Las mujeres de entre 25 y 30 años tienen un 30% de posibilidades de éxito, mientras que en las mayores de 30, el buen resultado es de sólo el 11%.

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