El Ayuntamiento congelará los accesos viarios a Barcelona

El Ayuntamiento de Barcelona no va a permitir un incremento de la red viaria de acceso a la ciudad. "Es la manera más efectiva de frenar la invasión del vehículo privado. Por eso, las directrices son congelar la red viaria y mejorar solamente los accesos que ya existen". Así lo ha indicado Pere Navarro, director de circulación del área de Movilidad del Ayuntamiento y comisionado del alcalde para el pacto de movilidad. Navarro cree, además, que este pacto debe extenderse más allá de la ciudad de Barcelona.

Pere Navarro, ex gobernador civil de Girona que ha estrenado un nuevo cargo en el organigrama municipal de Barcelona, considera que el pacto de la movilidad de Barcelona no servirá de mucho como instrumento de gestión si no se extiende fuera del perímetro estricto de la ciudad. "Hoy en día no se puede hablar en términos de municipio porque en el caso de Barcelona, el 45% del volumen de tráfico privado procede del ámbito metropolitano", asegura, al tiempo que rechaza las acusaciones de inoperancia que formularon la semana pasada algunos integrantes del citado pacto, como la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB).Navarro considera que un asunto como el modelo de movilidad requiere una normativa como la que se lleva a cabo en Francia, país que ha regulado por ley los planes de movilidad para poblaciones de más de 100.000 habitantes. Para Navarro la ciudad está viviendo ahora un momento de transición en cuanto a su ordenamiento viario. Se ha pasado de una época en la que primaba el vehículo privado a otra en la que se debe potenciar al máximo el transporte público y la facilidad de movimientos de los peatones, sobre todo teniendo en cuenta que el 33% de los desplazamientos se hacen a pie.

Afirma que Barcelona se ha quedado rezagada a la hora de potenciar el transporte público -especialmente el de metro-, y ahora debe desarrolar el de superficie a la espera de que se ejecuten los proyectos de ampliación del metro ya acordados por las administraciones. Por ello, defiende congelar el incremento de la red viaria y limitar las actuaciones a la mejora de las existentes y a la apertura de las vías de conexión con los nuevos centros de actividad de la ciudad, como es el caso de la Maquinista y su conexión con el nudo de la Trinitat. "De lo que se trata es de no favorecer el uso del coche privado", afirma.

Pere Navarro admite que los niveles de indisciplina viaria en la ciudad se han incrementado y que hay que actuar para remediarlo. No obstante, no quiere vincular esa situación al conflicto que sostiene desde hace meses el cuerpo de la Guardia Urbana con el Ayuntamiento de Barcelona en la negociación del convenio, asunto sobre el que no quiere opinar.

Radar en los semáforos

Con el objetivo de mejorar la disciplina viaria, el área de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona está sometiendo a estudio la imposición de nuevas tecnologías. Por ejemplo, un sistema de radares en los semáforos que controlaría a los vehículos que no respetaran la señalización.

Otra de las medidas que se está estudiando persigue forzar la rotación de los vehículos en las zonas de carga y descarga: "Actualmente está muy extendido que los coches privados invadan estas zonas. Y también los estacionamientos prolongados de las furgonetas de carga y descarga. Es necesario introducir un mayor control, fundamentalmente con mayor presencia de agentes, que no tienen por qué ser de la Guardia Urbana. Esa misión la podrían llevar a cabo los mismos vigilantes de las zonas azules. Son cuestiones que estamos analizando", explica.

Para Navarro, cualquier política de mejorar la movilidad pasa por una ampliación considerable del número de aparcamientos privados en la ciudad: "Lo ideal sería que cada conductor residente tuviera un plaza de aparcamiento".