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San Juan y Altea: la baza del prestigio y la descentralización

La Universidad Miguel Hernández, de reciente creación, apostó desde el principio por un modelo multicampus, con cuatro sedes en la que se imparten enseñanzas regladas: Orihuela, Elche, Altea y San Juan. Con esta fórmula pretende descentralizar los servicios y aproximar su oferta a la realidad socioeconómica de algunas localidades de la provincia. El sistema adoptado por la joven institución académica tiene sus ventajas, pero también presenta algunos inconvenientes. Las virtudes del mismo están en la posibilidad de ofertar una enseñanza especializada, nada masificada y, también, en una más adecuada posición para atender mejor las necesidades del alumnado. Sin embargo, los alumnos se quejan de la falta de material bibliográfico para investigar en las bibliotecas, las dificultades que tienen para escoger asignaturas de libre configuración y, en algunos casos, del escaso nivel del profesorado, que en buena medida está formado por becarios o jóvenes licenciados. Asimismo, los estudiantes echan de menos instalaciones deportivas, actividades extracadémicas o mejores servicios de transporte y comunicación.

El campus periférico de mayor prestigio para la Miguel Hernàndez se está gestando en torno a la Facultad de Medicina de San Juan, que fue arrebatada por decreto a la Universidad de Alicante, mediante segregación, con el fin de dotar de "contenido y prestigio" a la nueva Universidad. De este modo, la Facultad de Medicina, una de las de mayor reputación docente e investigador, con varios institutos científicos de alto nivel, es el eje central del campus de San Juan, a 5 kilómetros de capital alicantina.

La facultad tiene matriculados casi 700 alumnos en Medicina, pero, además, en los últimos años la Universidad ha ampliado su oferta de manera considerable, dibujando en torno a este centro neurálgico un auténtico campus de Ciencias de la Salud. Así pues, actualmente es posible cursar allí estudios de Fisioterapia (con 284 alumnos), Podología (145) y Farmacia (121). Un abanico de posibilidades que se abre junto al Hospital Universitario de San Juan, circunstancia que permite al alumnado hacer prácticas e investigación en condiciones óptimas.

Esa facultad ha proporcionado a la pequeña localidad de San Juan un ámbito universitario y docente del que carecía, con importantes zonas residenciales para profesores y viviendas en alquiler para los estudiantes.

Distinta es la situación del campus de Altea, donde se estudia la especialidad de Bellas Artes, en la que están matriculados 335 alumnos. Aprovechando el entorno de esta bella localidad de la Marina Alta, la Universidad Miguel Hernández pretende desarrollar un centro de élite para la formación de artistas y un lugar de debate sobre las nuevas tendencias creativas.

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