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Hallada en La Gomera una especie de lagarto gigante que se creía extinta El reptil, de medio metro, sólo era conocido por sus restos fósiles

Un grupo de investigadores de la Universidad de La Laguna ha hallado en los acantilados de Valle Gran Rey, en La Gomera, una especie de lagarto gigante que se creía extinta desde hace 500 años. El reptil, de la especie Galliota gomerana, es una reliquia única de la que sólo se conocían restos fósiles. El Ministerio de Medio Ambiente afirmó que ahora se trata del "vertebrado probablemente más amenazado del mundo".

"Según los criterios internacionales, el lagarto gigante de La Gomera es una especie extinguida en la naturaleza", declara Juan Carlos Rando, uno de los biólogos que redescubrió la especie, quien no cree que puedan quedar otro ejemplares en libertad. "Todos los lagartos capturados lo han sido en un espacio de menos de una hectárea", explica, "y eso que se investigaron más de 70 localidades". Esta escasez hace que el lagarto gigante de La Gomera sea uno de los vertebrados en mayor peligro de extinción de Europa.Los problemas para la supervivencia de esta especie, endémica de la isla, son muchos. Se trata de animales torpes, especialmente los adultos, que pueden llegar a medir más de medio metro y que han tenido que refugiarse en barrancos y acantilados. Su mayor amenaza son los animales introducidos por el hombre en la isla, y sobre todo los gatos. A los felinos "parece gustarles mucho su carne", afirma Jackeline Alemán, portavoz de la viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno canario, que financió junto la Universidad de La Laguna y el Cabildo de La Gomera la búsqueda del animal. El control de la población de gatos cimarrones es una de las medidas necesarias que coinciden en pedir tanto los descubridores del lagarto como los responsables institucionales de su conservación.

Para que la especie se recupere sólo queda la opción de su reproducción en cautividad. Rando alberga "bastantes esperanzas", en vista de lo ocurrido con el lagarto gigante de El Hierro, un reptil del mismo grupo que también se creyó extinguido y que fue redescubierto en 1974. "Ahora sólo falta encontrar al lagarto gigante de La Palma", comenta ilusionado. Su equipo lo intentó en vano el verano pasado, y la orografía del norte de la isla, de muy difícil acceso, lo impidió.

Pero no le faltan motivos para el optimismo. El grupo de los simonyi, los grandes lagartos de las Canarias, en vez de disminuir, aumenta. Primero se descubrió el de El Hierro; en 1997 el de Tenerife; y el verano pasado, el de La Gomera (que ayer hizo público el Ministerio de Medio Ambiente). Además hay una especie de gran tamaño en la isla de Gran Canaria. Los antecesores de estos reptiles debieron de saltar al archipiélago hace más de 15 millones de años desde África. Se calcula que a La Gomera llegarían poco después de la formación de la isla, hace ocho millones de años.

De momento, los seis ejemplares capturados están en La Laguna. Los científicos que los descubrieron creen que deberían volver a La Gomera, a un terrario con luz natural, para criarlos e intentar reintroducirlos en un espacio protegido.

Escurridizos y misteriosos

Si las distintas especies de lagartos gigantes de las Islas Canarias han conseguido permanecer ocultas durante años e incluso siglos, no es de extrañar que los especialistas no se pongan de acuerdo sobre cuántos animales quedan. Los barrancos o acantilados en los que se han refugiado hacen muy difícil obtener un censo, ni siquiera aproximado.

El lagarto gigante de El Hierro, descubierto en 1974, es un ejemplo de esta dificultad. Mientras el Cabildo de la isla da en su página web la cifra de unos mil animales en libertad, José Antonio Mateo, responsable del programa de reintroducción del animal, afirma que en las cuatro hectáreas de espacios naturales donde todavía se encuentran ejemplares del reptil quedan menos de 340 individuos, de los que sólo una tercera parte son adultos sexualmente maduros. Afortunadamente, el programa de cría en cautividad va viento en popa, pero sólo una especial protección del Risco de Tibitaje, el único paraje donde los reptiles viven en libertad, podría garantizar su supervivencia en la isla con éxito.

La misma incertidumbre se da con el lagarto gigante de Tenerife. En el momento de su descubrimiento por el naturalista Efraín Hernández, éste dudaba entre si quedarían 1.500 o 5.000 ejemplares.

Las cuentas son más fáciles en el caso del lagarto gigante de La Gomera. Según el equipo de científicos que descubrió seis ejemplares el verano pasado, después de su intensa búsqueda puede afirmarse que no queda casi ninguno en libertad. Salvo que den otra sorpresa y reaparezcan de nuevo.

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