Ecologistas piden que la gestión del agua se centre en modernizar el regadío

Menos hormigón y más control sobre los usos del agua. Las propuestas que presentó ayer Ecologistas en Acción para mejorar la política hidráulica de la región nadan contracorriente; mientras partidos, sindicatos y asociaciones agrarias coinciden en reclamar al Gobierno central que acelere la construcción de una decena de pantanos, la federación verde pretende la paralización de muchos de estos proyectos y exige que la Administración destine la mayor parte de los recursos públicos a la modernización de los regadíos existentes, en cuyas conducciones se pierde hasta el 40% del agua que consumen.

Los cultivos en regadío ocupan 800.000 hectáreas en la región y sus cosechas son, en buena parte, responsables de los notables incrementos de producción que ha registrado el campo andaluz en la última década: con sólo el 19% de la superficie, genera el 55% de la producción que factura el sector. Un milagro económico que depende casi exclusivamente de un recurso: el agua. Según datos de la Consejería de Agricultura, el regadío consume cerca del 80% de los recursos hídricos de la región (un promedio de 5.000 hectómetros cúbicos anuales)."Hay que ir hacia un reparto más justo del agua, y en el riego hay poca eficiencia", afirmó el coordinador de Ecologistas en Acción en Sevilla, José Carlos Pérez. El representante ecologista insistió en la necesidad de frenar la puesta en riego de más hectáreas en los próximos años. Y recordó que en los últimos veinte años, la superficie de regadío en la cuenca del Gudalquivir se ha doblado (de 250.00 a más de 450.000 hectáreas).

La escasez de las precipitaciones registradas en Andalucía en los dos últimos hizo de la política de agua uno de los ejes de los programas electorales que presentaron los partidos ante los recientes comicios autonómicos. Todos coincidían en exigir al Ministerio de Medio Ambiente más inversiones hidráulicas que desatascasen la construcción de una veintena de pantanos que debía haber comenzado en la pasada legislatura. Los ecologistas, sin embargo, defienden que evitar problemas de desabastecimiento en épocas de sequía no pasa por más presas, sino por regular los usos del agua.

En su informe, Ecologistas en Acción propone usar los fondos públicos previstos para la construcción de pantanos (se estima una inversión de, al menos, medio billón de pesetas para completar los proyectos en marcha) para mejorar "la eficiencia hidráulica en el regadío". Además de usar estos fondos para reparar fugas en las conducciones (en las que se pierde hasta un 40% del agua), los ecologistas apuestan por subvencionar el uso de sistemas de riegos "más eficientes y ahorradores". Y reclaman la prohibición del riego por inundación que requiere dotaciones que superan los 10.000 metros cúbicos por hectárea y año, mientras que los sistemas de goteo y aspersión (como los instalados en la comunidad de Genil-Cabra) la dotación media se sitúa en 4.000 metros cúbicos.

Los ecologistas también proponen que las confederaciones hidrográficas prioricen las dotaciones a los regadíos en función de los empleos que generen los cultivos, el consumo y la sostenibilidad ambiental.

Concentración

"No puede ser que sólo el 4% de las explotaciones consuma el 35% del agua de Andalucía", lamentó el coordinador provincial de Ecologistas en Acción, quien cargó contra los cultivos excedentarios que reciben ayudas de la Unión Europea y absorben una gran cantidad de agua. "El arrozal de la provincia de Sevilla, que está en poder de unas pocas manos, consume tres veces más agua que la ciudad de Sevilla", aseguró José Carlos Pérez.

La federación verde insiste, en su informe, en oponerse a la construcción de varios embalses proyectados en la región (Breña, Melonares, Hozgarganta, Genal, Alcolea, Castril), y potenciar las políticas de gestión de la demanda frente "al pensamiento único hidráulico". Los ecologistas también creen necesario rebajar los consumos en las ciudades: de 300 litros por habitante y día a 250 litros.