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BRET EASTON ELLIS - ESCRITOR

"La crítica no digiere mi visión sobre el sexo"

Bret Easton Ellis (Los Ángeles, 1964) lleva catorce meses de gira presentando su novela Glamourama (Ediciones B). Mientras esperaba en los aeropuertos o vaciaba los minibares de los muchos hoteles en los que se ha hospedado, el polémico escritor norteamericano ha modificado radicalmente sus planes de trabajo. Sus memorias, en las que pensaba contar "lo mal que lo pasó en su adolescencia y todo el dolor que causa el pasado", han quedado arrinconadas en un cajón en espera de mejores tiempos -"Hubiera sido muy doloroso para mi madre y mis hermanas que escribiera sobre esa época"-. También ha pasado a un segundo plano la novela sobre los entresijos de la política norteamericana que ya había empezado a redactar para ponerse a escribir otra novela sobre la vida de un escritor, basada en él mismo.El aspecto de Easton Ellis no es nada glamuroso. Recién llegado de París, y en su primera visita a Madrid, el autor de la controvertida American psycho (1991) luce un pantalón de chándal y un amplio jersey negro. Fuma cigarrillos light, come pastas sin recato y se muestra totalmente relajado con los periodistas. Todavía no ha asimilado el escándalo que provocó su novela más polémica, de la que en Estados Unidos se han vendido más de un millón de ejemplares y se ha traducido a 25 idiomas. Su contestador y su buzón en su casa de Nueva York se llenaron de amenazas de muerte y durante mucho tiempo tuvo que andar con guardaespaldas. "Es difícil reconciliar ambas cosas, pero, por un lado, American psycho me hizo daño como persona y, por otro, me lanzó como escritor", aseguró ayer en Madrid.

Easton Ellis niega que los problemas ocasionados a raíz de la publicación de American psycho estuvieran en el origen de sus malos rollos con el alcohol y las drogas. "Sencillamente, mi vida privada se me fue de las manos y tuve que someterme a una cura de desintoxicación. Ahora, ocasionalmente tomo copas y consumo drogas, como tanta gente, sin que eso afecte a mi vida, aunque sí repercuta en mi salud".

Glamourana, de la que se ha realizado una tirada en español de 25.000 ejemplares, narra la vacía existencia de Víctor Ward, un modelo que habla utilizando frases de canciones y que viste de marca de la cabeza a los pies. La vida del vanidoso y promiscuo protagonista de Glamourama cambia el día en que se ve obligado a viajar a Inglaterra en busca de una antigua novia. Con el reencuentro, Ward descubrirá que tras el glamour de la moda se oculta una organización terrorista dedicada a matar modelos.

En el contexto general de la novela se citan cientos de nombres de artistas y modelos, como Daniel Day Lewis, Donna Karan o Johnny Deep, pero sólo dos españoles, Antonio Banderas y Pedro Almodóvar, aparecen en las más de 500 páginas de Glamourama. "Para mi generación, Almodóvar y Banderas son dos iconos populares. Ambos tienen un tirón importante, por eso les nombro", apunta el autor, que recorrió las pasarelas de Milán, París, Londres y Nueva York en busca de inspiración.

"No he querido magnificar el mundo del moda ni despreciar el terrorismo", explica el autor de Menos que cero. "El vínculo que encuentro entre la belleza y el terrorismo es que ambos oprimen al ciudadano; el terrorismo funciona a base de meternos miedo en el cuerpo y la moda nos aterroriza con la idea de que hay que ser joven y delgado".

Sus novelas satirizan la sociedad en la que le ha tocado vivir, como las de sus compatriotas Paul Auster o David Leavitt, pero Easton Ellis se ha convertido en el blanco de todas las críticas. "Soy el chico que se lleva las hostias, pero pienso que para la tribu de los críticos escribo novelas no aceptables en comparación con Leavitt o Auster. Tengo un estilo muy neutro y ellos utilizan cuestiones más líricas. Los críticos no digieren mi visión del sexo o la violencia".

Inmediatez

Todas sus novelas están narradas en presente y en primera persona, pero él justifica su estilo narrativo en "la velocidad y la inmediatez que le permite la primera persona del singular". Easton Ellis no escribió siempre así. Cuando redactó el primer borrador de Menos que cero no había cumplido los 18 años y tenía más de mil páginas. "Fue un trabajo de facultad escrito en tercera persona y mi profesor lo consideró una porquería. Él me sugirió que lo cambiara y que lo escribiera en primera persona y así salió la novela".

Su próximo trabajo, basado en su propia vida, estará más cerca de la comedia que del thriller. "Me considero un escritor satírico. Me cuesta escribir sobre la sociedad americana sin reírme", apunta el escritor. "Pero debo apuntar que será la primera vez que abordo una obra autobiográfica. Todas mis novelas son una suma de actitudes y de rasgos que veo en la calle".

El sexo, las drogas, el cine y el rock tendrán un hueco en las páginas de su nueva novela, pero Easton Ellis anuncia un cambio de resgistro: "Oigo voces sobrenaturales; siempre he querido escribir un stephen king y los fantasmas y los espíritus se han cruzado en este momento de mi vida".

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