Un anciano ciego desde hace 42 años recupera la vista tras una operación de córnea en Ciudad Real Antonio Sánchez-Migallón acudió a por colirio a la Seguridad Social y acabó en el quirófano

Antonio Sánchez-Migallón tenía 36 años cuando se quedó ciego y 42 años después el avance de la medicina le permitió volver a ver. Hace unos 15 días se sometió a una cirugía de queratoprótesis, la primera realizada en Castilla-La Mancha, en concreto en el hospital La Mancha-Centro, de Alcázar de San Juan (Ciudad Real). Sánchez-Migallón ha recuperado la vista por pura casualidad. Hace unos meses, en fecha que no logra recordar, acudió al oculista de la Seguridad Social en su pueblo para "una consulta corriente" y salió de allí con el compromiso de someterse a unas pruebas. "Fui a la consulta porque necesitaba un colirio y una pomada, o algo así". La fecha de ese día tampoco la recuerda, ni los nombres de los doctores que le atendieron.

Pero sí conserva en la memoria el día, "uno como otro cualquiera", en que perdió la vista. Fue en 1957 y Antonio estaba trabajando en una bodega de su pueblo, Manzanares (Ciudad Real), donde sigue viviendo. Un dosificador de anhídrido sulfuroso del vino explotó, dejándole ciego.

Consulta rutinaria

"Me dijeron que era cosa de unos 15 días y hasta ahora". Cuarenta y dos años después, en una consulta rutinaria en el hospital Virgen de Altagracia de Manzanares, el especialista le habló de la posibilidad de someterse a una nueva técnica quirúrgica que podría devolverle la visión. "Fue una cosa inesperada, yo ya no tenía esperanza, aunque la ilusión no la había perdido", dice ahora Antonio Sánchez-Migallón. "Habían pasado muchos años y cada día peor. Me habían visto muchos médicos y me decían que las córneas estaban muy quemadas".

Pero no se pensó dos veces la sugerencia del médico. Tenía mucho que ganar y muy poco que perder, afirma. Así que se sometió a la operación, una cirugía de queratoprótesis realizada por los doctores Nicolás López Ferrando, de la sección de Córnea, y Fernando González del Valle, jefe del Servicio de Oftalmología del hospital La Mancha Centro de Alcázar de San Juan.

La operación consistió en el implante de una córnea artificial, rodeada de un material biocompatible en el ojo receptor. Según el Insalud, los pacientes que pueden beneficiarse de esta nueva técnica presentan casos en los que la córnea y el limbo esclerocorneal están destruidos y, por tanto, el trasplante habitual de córnea, contraindicado.

En este caso, la operación fue un éxito y, poco después, Antonio descubrió su rostro, su nuevo rostro, en el espejo del lavabo del hospital. "Hombre, Antonio, mira que estás raro. Claro, hace más de 40 años que no te he visto. Algo así pensé", cuenta este hombre que perdió la visión con 36 años y la ha recuperado con 78. No se reconocía.

Al hablar de la primera vez que volvió a ver a su mujer se ríe. "Hombre, la recordaba joven. Los cuerpos y la fisonomía cambian". A quienes no reconocía era a sus hijos. Cuando tuvo el accidente que le dejó ciego, tenía ya cinco chicos, la mayor de siete años y la pequeña de tan sólo unos meses. Después vendrían cuatro hijos más y 22 nietos a los que jamás había visto. "Casi sigo sin conocerlos", afirma Antonio. A sus 78 años sigue paseando casi a diario por el parque, pero ahora disfruta del paisaje y sus colores.