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Un vecino acumula toneladas de basura en su piso desde hace 12 años

La palabra desagradable se queda corta para definir lo que viven las 30 familias del número 26 de la calle de Divino Vallés, en Arganzuela. Allí, un vecino acumula desde hace 12 años toneladas de basura en su vivienda, lo que ha generado más de un trastorno a los otros residentes del edificio. El pasado lunes, la policía acudió al domicilio ante el temor de los vecinos de que el hombre hubiera muerto.

Desde hace más de una década, Enrique Pastrana, el dueño de la vivienda y, según los vecinos, de apariencia normal, pero con algún trastorno mental, se ha dedicado a llevar a su casa cuanta basura encuentra en la calle. En su vivienda, un piso de aproximadamente 40 metros cuadrados, se han venido acumulando montañas y montañas de basura.En la madrugada del pasado lunes, la policía y los bomberos tuvieron que intervenir en el edificio alertados por los vecinos que, ante los molestos olores, pensaban que Enrique Pastrana, de 78 años, había fallecido en su interior. Pero no. En la casa no había nadie, sólo toneladas de basura que a lo largo de 12 años han convertido el edificio en un auténtico vertedero.

Los vecinos, preocupados, han acudido al Ayuntamiento, a Sanidad y hasta a los juzgados para intentar resolver el problema, pero no han encontrado, dicen, "respuesta clara de las administraciones".

En cuatro ocasiones, y ante las reiteradas denuncias que han cursado, el piso que ocupa Enrique ha sido objeto de rigurosas limpiezas, pero "la pesadilla", asegura Pedro Luengo, presidente de la comunidad de vecinos, "continúa". "No basta con que vengan a limpiarlo una y otra vez. En cuanto sacan la basura, él vuelve a llenar el piso. Ya no sabemos qué hacer ni a quién acudir. Es que no sé cómo hemos podido soportar esta situación tanto tiempo", decía ayer Pedro Luengo. La última vez que limpiaron la casa, hace unos tres años, fueron necesarios, asegura Luengo, "unos siete camiones". Invadidos de cucarachas y molestos por el hedor, los vecinos esperan ahora una orden judicial que permita que el Ayuntamiento limpie otra vez el piso.

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