De la cazuela al 'wok'
Marcos Larrañaga SA dispone hoy de la tecnología más avanzada para la fabricación de productos de menaje. El consorcio ha caminado de forma paralela a las innovaciones de las cocinas. Las cazuelas que comenzó a fabricar Marcos Larrañaga, padre del actual gerente de Lacor, nada tienen que ver con las piezas que salen hoy del almacen del grupo. Las sartenes, paelleras y ollas a presión se adaptan a los cuatro tipos de cocinas (gas, electricidad, vitrocerámica e inducción) y están dotadas de un sistema antiadherente propio. "Hay que estar preparado para atender a esta demanda y a la del lavavajillas, porque no todos los productos lo están y éste sí es un mercado en alza", observa Aguado. Para fabricar las piezas utilizan la tecnología del "fondo sandwich". El cuerpo de las piezas es de acero inoxidable 18/10 y el fondo está compuesto por un disco de aluminio y acero ferrítico, que sirve para una mejor difusión del calor. La unión de ambos se fragua "por impacto". Las máquinas de que dispone el grupo hacen que un disco salga convertido en el cuerpo de una olla a presión, por ejemplo con un simple golpe.
Marcos Larrañaga SA tiene uno de sus valores clave en la investigación. En estos momentos, trabaja en una nueva línea de baterías y otra de sartenes que aportan "ergonomía y diseño". Pero se enfrenta también al reto de hacer frente a la fabricación de piezas para servicios de catering o de comidas preparadas.
El grupo se mueve "no sólo bajo la batuta de la gestión, sino también bajo la de la previsión para dar una respuesta eficaz a la demanda del mercado", dice Aguado. "Hay que tener en cuenta", asegura, "que el mundo de la cocina se está internacionalizando. Hace unos años nadie podría haber imaginado que se iba a fabricar un wok en España. Junto a la globalización se constata también el fenómeno de la especialización; afluyen nuevas corrientes gastronómicas que antes no se conocían y a esas cocinas les corresponden normalmente nuevos utensilios".
Los procesos de producción industrial de las piezas destinadas a la hostelería y al sector doméstico son independientes, por sus dimensiones. Salen todas, eso sí, de un almacén automatizado que selecciona los productos de cada pedido y los deja preparados para su inmediata distribución. Ésta es la realidad de una empresa, que nació según Aguado de "una intuición, que comenzó fabricando pucheros en un país fuertemente cerrado" y hoy sirve sus productos a cocinas de todo el mundo.
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