Dudas
Tengo 24 años y siempre he creído que las cosas podían cambiarse, que las personas debíamos tener esperanza. No quiero desilusionarme del todo, tirar la toalla, pero a veces hay cosas que te hacen dudar.No me siento ni orgullosa ni representada por mi país después del desarrollo del caso Pinochet. Es cierto que tampoco me siento representada en otras muchas cosas. No pertenezco a ningún partido político, pero la política me interesa mucho, no quiero ser una idiota, en el sentido etimológico de la palabra, es decir quien no se interesa por la política, que es así como lo decían los griegos.
Tengo una carrera universitaria, estoy opositando, y procuro estar informada de loque pasa en el mundo y en mi país. Lo que ocurre es que a veces las cosas me sorprenden tanto que no sé qué puedo hacer. No es sólo Pinochet, es ETA, es El Ejido, es la actitud internacional ante Mozambique, es el paro, la gran cantidad de pobres que hay en España y en el mundo.
Pienso que las cosas pueden cambiar, siempre que haya una voluntad firme de intentarlo, de hacer de la sociedad un lugar mejor para nosotros y nuestros hijos. Veo muchas injusticias, y quiero seguir luchando para que cambien, para que desaparezcan.
Creo -y estoy además segura de ello- que hay mucha gente que piensa como yo. Que aún tiene esperanza, que no se limita a sobrevivir, gente a la que le duelen las desigualdades y las políticas discriminatorias con los que menos tienen, con los que más sufren. Gente que no cree en las promesas electorales, sino en los hechos, y no los que se escriben en los carteles, sino los que palpamos día a día.
De ésos apenas hemos tenido en los últimos años. Desde aquí, mi solidaridad con todas la víctimas de la dictadura chilena. Con el juez Baltasar Garzón, que al menos lo intentó. Aunque no le dejaran.- .
