La telefonía por radio abre los mercados locales a la competencia
Ayer comenzó el asalto al último bastión de Telefónica: el mercado local de telefonía. Las seis licencias de telefonía inalámbrica que concedió el Ministerio de Fomento permitirán a las compañías adjudicatarias ofrecer servicios de banda ancha (acceso a Internet, transmisión de datos, voz e imágenes) en un terreno en el que el operador dominante apenas ha encontrado hasta ahora competencia. Fomento ha adjudicado tres licencias en la banda de 3,5 Gigaherzios y otras tantas en la de 26 Ghz, ambas con un enorme potencial para competir con Telefónica, aunque con armas bien distintas.La tecnología que emplearán los grupos ganadores de las licencias (FirstMark, Aló2000, Broadnet, Sky Point, Abranet y Banda26) es conocida como LMDS (Sistema Local de Distribución por Microondas), WLL (Bucle de Abonado sin cable) y, más vulgarmente, como "el cable sin hilos". El ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, lo resumió ayer diciendo que se han concedido las licencias para la construcción de infraestructuras alternativas al cable de cobre, que todavía emplean Telefónica y los antiguos monopolios de telecomunicaciones europeos en la mayor parte de su red, y a la fibra óptica.
La lentitud con la que se ha desplegado hasta ahora el cable de fibra óptica en la mayor parte de España ofrece a los nuevos operadores una ventaja competitiva importantísima. Sin embargo, el Gobierno del PP también se reserva otra baza y anuncia que convocará concursos para la adjudicación de nuevas licencias en la frecuencia de 28 Ghz, a las que podrán optar también los operadores de cable, lo que da a Endesa, la eléctrica presidida por Rodolfo Martín Villa, y a Ono-Cableuropa, la compañía de Eugenio Galdón, una oportunidad de contener el ataque de sus nuevos rivales en el bucle local.
El cable sin hilos utiliza antenas de transmisión que difunden la señal (voz, datos e imágenes) con lo que ofrecen varias ventajas respecto al cable. La primera es su sencilla instalación, que sólo requiere un pequeño espacio en la parte superior de los edificios donde se instalan las antenas y un cable que una cada piso. Los trámites administrativos son sencillos, de forma que se puede conseguir un rápido despliegue de la red (FirstMark ha anunciado que llegará a 50 ciudades en sólo ocho meses) y los costes de instalación mucho más bajos que para el cable (Sky Point va a invertir 60.000 millones en tres años y alcanzará 120 ciudades), lo que repercutirá en los precios para el usuario. Técnicamente, el rápido despliegue de las redes se explica porque es posible una gran cobertura por antena (entre 3 y 5 kilómetros para las frecuencias de 26 gigahercios y hasta 15 kilómetros, con las de 3,5 Ghz), de forma que es posible cubrir municipios enteros con una sola estación emisora.
Las licencias ofrecen distintas posibilidades a los adjudicatarios. Ambas frecuencias permiten dar servicios de ancho de banda, pero mientras las de 26 Ghz hacen posible transmitir imágenes de vídeo (en el futuro, probablemente también televisión), las de 3,5 Ghz. no pasan de voz y datos. Además, con 26 Ghz se alcanza más velocidad de transmisión y se puede acceder al mercado de pymes, despachos profesionales y grandes empresas, que son los más rentables. Los adjudicatarios de 3,5 Ghz se quedarán, en una primera fase, en el mercado residencial, que requiere un esfuerzo comercial más costoso, aunque en un principio el despliegue de la red pueda hacerse más rápido y a menor precio.
Es decir, que el Gobierno ha concedido una ventaja competitiva a Sky Point (tiene a la editora de El Mundo y Recoletos como accionistas de referencia), Banda26 (figuran Jazztel y Abengoa, probables derrotados en el concurso de telefonía móvil multimedia), y Broadnet (ACS-Cobra y Bankinter) frente a FirstMark (con el grupo PRISA y El Corte Inglés, entre otros), Aló 2000 y Abranet (que tiene a Iberdrola y cuenta con el Grupo Correo).
Particulares y empresas notarán pronto la competencia en precios y una sensible mejora en la calidad de los servicios, especialmente en la velocidad de acceso a Internet. O así debería ser en toda Europa. Ayer, FirstMark obtuvo una licencia LMDS en Suiza, por el sistema de subasta, con una inversión de 81 millones de dólares (15.000 millones de pesetas).
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