La Kutxa anula la polémica tasa de 100 pesetas por operar en ventanilla

La Kutxa ha anulado el cobro de una comisión de 100 pesetas por cada una de las operaciones realizadas en ventanilla en su sucursales y que se pueden efectuar utilizando los cajeros automáticos. Esta medida, adoptada el pasado mes de noviembre por la principal entidad de ahorro de Guipúzcoa, suscitó una fuerte polémita entre algunos clientes, aunque un portavoz de la Kutxa negó ayer que la anulación se haya producido por este motivo.Una plataforma de clientes insatisfechos con la Kutxa, promovida por José María Pérez Bustero, consejero de la Asamblea General de la caja, inició hace algunos meses una campaña de protesta contra la decisión de cobrar comisiones por el mantenimiento de la cuenta o por ingresos a terceros. La Kutxa recaudaba 100 pesetas por hacer ingresos a terceros y por el pago de recibos en ventanilla. También carga con 500 pesetas anuales el mantenimiento de cuentas que no tengan un saldo medio de 250.000 pesetas, aunque esta comisión sigue en vigor.

El responsable de comunicación de la entidad bancaria, Juan Luis Urkola, aseguró ayer a la agencia Vasco Press que los cuatro meses que ha durado la experiencia "ya han cumplido su misión". La Kutxa, según este portavoz, pretendía hacer ver a la clientela que en los cajeros existe actualmente la posibilidad de hacer multitud de operaciones.

Recogida de firmas

Sin embargo, la Kutxa no facilita la cantidad que ha recaudado a través de la imposición de la citada comisión durante este periodo. Urkola también advirtió de que esta entidad no ha descartado que se vuelva a adoptar algún tipo de medida similar si la clientela regresa a las ventanillas una vez suprimida la comisión.

El cobro de esta tasa generó un movimiento ciudadano de protesta que comenzó con un envío de tarjetas solicitando su anulación y llegó, el pasado lunes, hasta la recogida de firmas frente a una de las sedes de la entidad en la capital donostiarra. Este grupo de clientes se quejó de que el trato que dispensa la Kutxa a los pequeños ahorradores no se corresponde con la función social que establecen sus estatutos fundacionales.

Pérez Bustero, que representa a estos clientes, considera que las comisiones son el reflejo del "trato preferencial" que la entidad de crédito concede a los grandes inversores y el "mecanizado" que dispensa a los pequeños ahorradores. A su juicio, la Kutxa tiende al "modelo de banco" y se aleja del "sevicio público" para el que se fundó.

El comité de empresa de la entidad asegura que "se alegra" de la decisión de la dirección de "congelar transitoriamente" el cobro de comisiones, ya que los empleados que desarrollan su labor en ventanilla "han tenido que asumir el malestar y las quejas de los clientes, teniendo que soportar a diario las tensiones originadas por el cobro de dichas comisiones".