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El voto electrónico debe esperar

Elsa Granda

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LA CAMPAÑA EN INTERNETEl domingo se celebran las elecciones. Para ejercer el derecho al voto hay que acercarse a un colegio electoral o bien haber votado por correo antes del viernes a las dos de la tarde (hora peninsular española). La legislación vigente en materia electoral no prevé otro sistema. La introducción de cualquier modalidad de votación electrónica requiere la modificación de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG). El voto electrónico aún tendrá que esperar en España. No obstante, en los últimos años, se han llevado a cabo en algunos lugares experiencias piloto. Es el caso de la realizada en los pasados comicios municipales en Villena (Alicante), en las elecciones al Parlamento de Galicia de octubre de 1997 y en las del Parlamento de Cataluña de 1995, que fue el primer ensayo en España.

En otros países llevan años realizando pruebas, algunos desde 1992. Es el caso de Francia, Noruega, Dinamarca y EE UU. Otros, como Venezuela, han abandonado el voto tradicional. Recientemente un juez estadounidense autorizó por primera vez el voto a través de Internet. Aunque la decisión afectaba sólo a las primarias de Arizona, los demócratas de ese Estado norteamericano calificaron la sentencia de "histórica".

Existen fundamentalmente dos modalidades de sufragio tecnológico: la urna electrónica situada con tarjeta digital en un colegio electoral, que lee los datos introducidos por el ciudadano e inmediatamente los transmite a un centro de recogida de información vía modem y la votación vía Internet o a través del móvil, que no requiere la presencia física del votante. Para aplicar este segundo sistema son necesarios rigurosos mecanismos de autentificación. Tampoco parece fácil que los internautas puedan, en un futuro cercano, consultar sus datos en el censo a través de la red. La Junta Electoral Central decidió el día 20 de enero que "ante la imposibilidad de tener la absoluta seguridad de que puede impedirse el acceso a datos personales" amparados por la LOREG, no resulta posible llevar a cabo la consulta censal a través de Internet.

Precisamente esa imposibilidad de la que habla la Junta, unida a las precauciones necesarias para salvaguardar el secreto del voto y la pureza del sufragio, han frenado la puesta en marcha de un sistema de voto electrónico en España. Además, el uso del sistema tradicional está muy arraigado y la introducción de elementos electrónicos podría generar desconfianza entre los votantes, sobre todo los que están más alejados de la cultura digital. Con todo, en la red hay páginas reivindicando no ya el voto electrónico, sino la consulta permanente a la ciudadanía a través de Internet. Sobre el debate de la democracia electrónica, la Fundación Bofill tiene un listado de enlaces, la mayoría estadounidenses.

Democraciaweb: www.democraciaweb.org/democas.htm

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