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Un vecino de Mont-roig mata a otro de un tiro tras una riña entre sus hijos

Una banal discusión entre dos jóvenes por el lugar que debía ocupar cada uno en el asiento del autobús escolar derivó ayer, en la urbanización de Miami Platja, situada en el término de Mont-roig del Camp (Baix Camp), en un enfrentamiento entre sus padres que acabó con la muerte del ciudadano belga Jean Claude Desloges, de 57 años, de un tiro en la garganta. El autor del disparo, José María Hinarejos, se entregó posteriormente en el cuartel de la Guardia Civil de la población, donde quedó detenido.

Los hechos se iniciaron a raíz de una discusión entre Tomás Hinarejos, de 16 años, y David Desloges, de 13, estudiantes de primero y cuarto de ESO, respectivamente, en un instituto de Mont-roig. Los testigos aseguran que se trató de una pelea absurda que atajó la monitora que les acompañaba en el autobús, pero en la cual David acabó con un ojo amoratado.Cuando ambos llegaron a casa, explicaron lo sucedido a sus padres. Jean Claude Desloges, un jubilado de 57 años a quien los vecinos definieron ayer como un hombre "enérgico y de palabras fuertes" pero a quien no se le conocían peleas, se trasladó hasta el domicilio de los Hinarejos, donde se encontraban Tomás y su madre, y allí se inició una nueva pelea.

A partir de ese momento, las versiones de los hechos difieren. Según los vecinos y amigos de Jean Claude, éste sólo abofeteó en una ocasión al niño, mientras que la versión de los allegados a Hinarejos es que el belga dio un cabezazo a Tomás que le partió una ceja y que agredió incluso a la madre.

Este nuevo incidente fue el desencadenante de los posteriores. Tomás Hinarejos, un albañil de 41 años y padre de dos hijos, llegó a su casa, ubicada en la avenida de Barcelona, alrededor de las 14.30 y, al conocer lo sucedido, se dirigió al domicilio de los Desloges, en el número 70 de la calle de Navarra, donde la familia comía con cuatro invitados más.

Disparo a bocajarro

Tras destrozar con su furgoneta la parte delantera del coche del belga, un Peugeot 405 matrícula de Barcelona, Hinarejos se dirigió hacia la puerta principal del chalet, acristalada, y disparó en dos ocasiones contra la vidriera, según explicaron los invitados posteriormente. Los vecinos oyeron los disparos y a alguien que gritaba: "¡A mi hijo no lo toques!". Joan Rovira, uno de los invitados que se encontraba en la casa explicó que éstos se refugiaron en la cocina cuando oyeron los primeros tiros. Hinarejos consiguió abrir la puerta de una patada y, sin mediar palabra, descerrajó un tiro en la garganta a Jean Claude Desloges que le causó la muerte instantánea. Inmediatamente después, Hinarejos abandonó la escopeta de caza en la entrada del chalet y se dirigió corriendo al cuartelillo de la Guardia Civil, donde confesó lo sucedido. Los agentes avisaron al juzgado de guardia de Reus.

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Quienes conocen a Hinarejos lo definen como un hombre trabajador y tranquilo, de quien no se podía esperar una reacción así. Tanto él como Desloges eran muy conocidos en la población.Desloges, casado con una española, llevaba viviendo en la urbanización desde hacía más de 15 años y se había dedicado a repartir máquinas tragaperras y a realizar trabajos de jardinería.

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