ESPÍAS EN LA RED

(...) Ayer, el ministro de Interior británico, Jack Straw, sometió a la Cámara de los Comunes un proyecto de ley que daría a las autoridades del Reino Unido mayor capacidad de intrusión que cualquier otra democracia occidental.(...) Afirmó que esa nueva capacidad se utilizaría principalmente para el seguimiento de delincuentes peligrosos. Puede que así sea. Pero tal (...) ley permitiría a las autoridades recopilar gigantescas cantidades de datos sobre los ciudadanos corrientes. Trasladaría los costes a la industria y frustraría el uso de Internet para aplicaciones comerciales que requieren comunicaciones seguras.

Entre los aspectos más criticables del proyecto de ley está el que exige a los proveedores de servicios de Internet participar en la vigilancia secreta de sus clientes. (...) Los proveedores tendrán que invertir en nuevos equipos específicamente destinados a desviar el tráfico de Internet hacia los ordenadores gubernamentales. También se les exigirá proporcionar a las autoridades un detallado análisis del tráfico informático, lo que podría aplicarse a cualquier dirección de correo electrónico y página de Internet a la que se haya conectado un individuo (...)

El comercio por Internet sólo prosperará si todas las partes confían en su seguridad. La idea de que los proveedores de Internet tengan que informar a los ordenadores policiales de los apuntes de las tarjetas de crédito, extractos bancarios y contratos comerciales puede ser ajena a la intención de Straw. Pero el proyecto de ley lo hace posible. Straw tiene que replantearse las cosas.

Londres, 7 de febrero