ETA hiere a siete personas al hacer estallar un coche bomba en San Sebastián
Siete personas, dos de ellas guardias civiles, resultaron heridas anoche en San Sebastián al estallar un coche bomba de ETA activado por control remoto al paso de un vehículo blindado del instituto armado. La explosión se produjo sobre las diez menos cuarto de la noche, a la altura del número 73 del paseo de Zarategi, en el barrio donostiarra de Intxaurrondo, a apenas un kilómetro del cuartel de la 513ª Comandancia de la Guardia Civil. Éste es el segundo crimen de ETA en periodo electoral y el tercero que perpetra la banda tras el fin de la tregua. También es el décimo contra el cuartel donostiarra.
La explosión del coche bomba, mal aparcado y cargado con unos 30 kilos de explosivo, según fuentes policiales, impactó contra un vehículo Nissan Patrol de la Guardia Civil blindado, como es habitual en los coches del instituto armado en Eukadi, que volcó tras la deflagración. El patrullero, que estaba de servicio y vigilaba en ese momento la zona de Polloe, iba seguido de un turismo ocupado por dos personas que también fue alcanzado, al igual que tres viandantes. Todos los heridos están fuera de peligro.El atentado fue presenciado por Íñigo Rodríguez, un voluntario de Cruz Roja. "Estábamos a 50 metros y la explosión fue impresionante. Salimos corriendo y la imagen era un coche volcado, otro en llamas, una mujer tendida en el suelo y otro agente con diversas heridas y ensangrentado que gritaba ¡'atended a mi compañera!".
El Nissan iba ocupado por un hombre y una mujer. El primero de ellos, S. G. A., salió del vehículo por su propio pie con policontusiones. La mujer, E. P. R., de 27 años, fue sacada consciente del blindado afectada de traumatismo torácico y fractura costal en hemitórax. Ambos fueron trasladados a la residencia Nuestra Señora de Aránzazu y su estado ha sido calificado como de "mediana consideración". El blindaje les salvó la vida.
El turismo que seguía al coche patrulla iba ocupado por otras dos personas, Maitane Cordido, de 20 años, y su novio, que fueron trasladados a un centro hospitalario con un fuerte politraumatismo. Su estado ha sido calificado de menos grave. Además de los siete heridos, otras cinco personas precisaron asistencia por cortes y ataques de nervios. El vehículo utilizado para el atentado quedó totalmente destrozado y sus restos esparcidos en un radio de unos 200 metros. La explosión provocó un socavón en el asfalto e importantes destrozos en los edificios colindantes. "Estábamos en casa y pensamos que salíamos volando", afirmó uno de los afectados.
Un fuerte despliegue de ambulancias, bomberos, Guardia Civil y Ertzaintza se desplazó a la zona, que quedó acordonada y fue revisada por los artificieros. Éste es el segundo atentado etarra en periodo electoral, después de que el pasado día 22 asesinara en Vitoria al dirigente socialista Fernando Buesa y al ertzaina que le escoltaba.
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