La huelga de basureros pone en jaque la salubridad en las calles de Girona

La huelga que mantienen los trabajadores de la empresa concesionaria de la recogida de basuras de Girona, Municipal de Serveis SA (Musersa), llega hoy a su séptimo día, con los contenedores de basura desbordados, apestando las calles, y en muchos casos obstaculizando el paso por las aceras. Las posturas del comité de huelga y la empresa no consiguieron acercarse en la reunión que ambas partes mantuvieron ayer por la mañana. Muy al contrario, los huelguistas han solicitado la ampliación del plazo de huelga en otros quince días.

Está previsto que la delegación de Trabajo de la Generalitat actúe como mediadora en el conflicto y decida en las próximas horas si se están cumpliendo los servicios mínimos que establecen la recogida cada tres días. El Ayuntamiento se mantiene al margen de las negociaciones y asegura que no está dispuesto a pagar ni una peseta más por el servicio de recogida. El consistorio dice que no ha querido intervenir en el conflicto porque los trabajadores plantearon la huelga desde el primer día y que no pretende participar en ninguna reunión hasta que se desconvoque el paro.

Servicios mínimos

Los trabajadores de la limpieza pública de Girona piden un incremento salarial del 3,6%, la contratación de tres nuevos empleados fijos y de dos a tiempo parcial, así como más días festivos. No obstante, la primera teniente de alcalde de Girona, Anna Pagans, aseguró ayer que no se llega al acuerdo porque los trabajadores cambian sus demandas en cada nueva reunión. Pagans aseguró que los servicios mínimos no se han cumplido, puesto que los huelguistas entienden que la recogida que se efectúa cada tres días supone trabajar dentro de sus horarios normales, mientras que el consistorio mantiene que cada 72 horas se deberían recoger todas las basuras acumuladas.

La concejal de Medio Ambiente, Isabel Salamaña, aseguró que si el conflicto se recrudece enviarán a otros trabajadores municipales a recoger las basuras, a pesar de que admitió que eso sería entrar en una "dinámica de guerra" y que quizá los huelguistas "se pondrían más violentos". Salamaña reconoció que ante tal medida seguramente sería necesario custodiar los camiones de recogida. Los trabajadores de Musersa han hecho gala, en anteriores huelgas, de un talante muy beligerante. Hace unos días interrumpieron un mitin en el que participaba el alcalde, el socialista Joaquim Nadal.

Isabel Salamaña aseguró que no se rebajará la tasa que pagan los ciudadanos en concepto de recogida de basuras porque sería muy complicado y la cantidad no les resolvería nada. Según explicó, el montante que deje de pagar el consistorio a la empresa por los días sin recogida no se devolverá al ciudadano, sino que se dedicará a acciones benéficas.

El Ayuntamiento de Girona mantiene que los sueldos y la relación de trabajadores por habitante de los empleados de Musersa son de los más altos de Cataluña. El consistorio prepara una subida de tarifas para el año próximo, pero ofrecerá a cambio el servicio de recogida selectiva.