Crecimiento por división
Para cuando Julián Hernando (Bilbao, 1956) llegó a TVA, en 1997, la empresa ya había rodado lo suyo desde que tres amigos la fundaran en 1957. De aquellos tres socios primeros, la empresa de componentes de automoción ha conservado las siglas que le dan el nombre y que corresponden a los apellidos de los tres fundadores: Tellería, Valdubieco y Azaola. También su ubicación, en Ermua, aunque su crecimiento le obligó a dejar el centro de la localidad vizcaína en 1982 para trasladarse a las afueras. Es ahí donde ahora está la planta de 10.000 metros cuadrados, distribuidos en 8.500 metros cuadrados de uso industrial y 1.500, de oficinas.TVA se dedica a fabricar componentes de automoción, "en concreto está especializada en rótulas y barras de dirección, brazos de suspensión y hub-locks [pieza de los todoterrenos]", indica Julián Hernando, director gerente. El componente en el que se basa la producción de TVA es la rótula. "Hace que el vehículo no vaya rígido, sobre todo en sus articulaciones, a semejanza de la rótula en el cuerpo humano", concreta Hernando. TVA fabrica tanto rotulas de suspensión como de dirección. La empresa de Ermua, que cuenta con una plantilla de 165 empleados cuya edad media ronda los 38 años, alcanzó en 1999 una facturación de 3.100 millones de pesetas (18,6 millones de euros). Esta cantidad confirma el crecimiento continuado de los últimos seis años y abre unas perspectivas de mejora que oscilan entre el 5% y el 8% para este año y el 2001.
TVA, S
A.Año de fundación: 1957 Actividad: Fabricación de componentes de automoción Plantas: Ermua (Vizcaya) Facturación (1999): 3100 millones de pesetas Porcentaje de exportación: 40% Plantilla: 165 empleados
Estos niveles de facturación se han logrado gracias a la puesta en marcha de un sistema innovador de microfábricas, con grupo descentralizados y altamente cualificados.
Las inversiones de TVA para los próximos tres años se cifran en 1.300 millones de pesetas, de los que 600 serán en nuevas tecnologías.
TVA exporta un 40% de su producción. "Principalmente a Europa, a Alemania, Francia, Gran Bretaña y Portugal, en lo que se refiere a piezas de primer equipo. Las de recambio van fundamente a países de Latinoamérica y del norte de África", comenta Hernando. Primer equipo lo constituyen las piezas que van a primera línea de montaje de los grandes fabricantes de automóvil y las de recambio son las que se utilizan para sustituir piezas desgastadas o deterioradas.
Julián Hernando llegó a TVA procedente de diferentes empresas. "Por nombrar alguna, trabajé en Mercedes Benz, en Vitoria, como jefe de la división de aprovisionamientos; y como director de logística en la corporación Patricio Echeverría", dice. Su entrada en la empresa la hizo de la mano del grupo multinacional alemán Lemförder, a quien pertenece la empresa vasca en su totalidad desde 1996. El Grupo Lemförder tiene 28 plantas en todo el mundo y pertenece a su vez al Grupo ZF, multinacional alemana del sector que está entre las 20 primeras empresas europeas de componentes de automoción.
"En 1992, el grupo al que pertenecemos hoy día, Lemförder, entró a formar parte de TVA adquiriendo el 45% de la sociedad. Ese año también se decide formar una empresa para la distribución, Eurocomponentes ECR. En 1995, de la mano de Nissan entramos en un producto nuevo, que es el hub-lock, y empezamos a suministrar el cien por cien del Terrano, lo que seguimos haciendo en la actualidad", apunta Hernando.
Los taxis de Londres
"En España nuestra venta es básicamente de primer equipo, destinado a fabricantes como Nissan o Santana", explica Hernando. En Portugal tienen como cliente a Mitsubishi; en Francia, a Renault, y en Gran Bretaña, surten a los famosos taxis de Londres.
Hernando destaca "como hito importante" la compra, en 1990, de la fábrica de rótulas ECR, de Abadiano. "Prácticamente todo el personal se integró en TVA. ECR funciona ahora como marca distribuidora y comercializa algunos de los productos que fabricamos", dice el director gerente.
Pero, sin duda, el momento crucial que marca el crecimiento sostenido de TVA es el año 1998. Ese año se ampliaron las instalaciones con una nave nueva y, además, se incorporó un producto nuevo a los que ya venían fabricando, las rótulas para vehículos industriales. "Ese proyecto tiene una evolución tan buena que calculamos que nos permitirá facturar mil millones de pesetas en el año 2002", afirma Hernando.
Fue también en 1998 cuando se decidió variar la organización del trabajo y se puso en marcha un innovador sistema de minifábricas. Así, TVA ha creado cuatro minifábricas dentro de su organización que son autónomas y compiten entre sí para dar un mejor servicio a los clientes. "Se dedican a, respectivamente, series cortas (desde 5 unidades hasta 2.000), series largas (a partir de 2.000 unidades), hub-locks y vehículos industriales", señala Hernando.
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