Inmigrantes de posgrado

Mientras en algunos lugares los inmigrantes son marginados, en Castellón a algunos extranjeros con problemas de alojamiento, de manutención y de trabajo, se les acaba de ofrecer de forma experimental la oportunidad de cursar una diplomatura universitaria. La Cruz Roja de Castellón ha seleccionado a 26 inmigrantes de diversas nacionalidades a los que la Universitat Ramón Llull de Barcelona les impartirá un curso de posgrado, a través de un campus virtual.El master Intervención sociosanitaria con personas dependientes discapacitadas o mayores, les puede abrir muchas puertas. Los alumnos, una gran mayoría de ellos licenciados en sus países de origen, recibirán las clases vía Internet de lunes a sábado en un aula informatizada. El curso, promovido por el Instituto de Migraciones y Servicios Sociales se llevará a cabo de forma pionera, además, en Madrid y Toledo. "Nos han elegido a nosotros", afirma Puig Tarongers, responsable del programa, "porque la Cruz Roja de Castellón lleva a cabo un programa globalizado de atención a los inmigrantes que está deparando excelentes resultados".

El curso incluye cinco módulos teóricos y uno práctico. Los alumnos se adentrarán en primer lugar en el lenguaje informático y las nuevas herramientas de la comunicación. Luego abordarán aspectos concretos del trabajo social como "el sistema de servicios sociales en nuestro país, las tendencias actuales del mundo laboral, la situación de las personas mayores y los discapacitados y diversas propuestas metodológicas", apunta Puig Tarongers. Los primeros alumnos de este curso proceden de países como Perú y Rumanía, principalmente, aunque también se han inscrito cubanos, marroquíes, argelinos y nicaragüenses.

Con el curso, de 250 horas de duración, se pretende, según Mari Carmen Torres, responsable del área de inmigrantes de Cruz Roja en Castellón, un doble objetivo: "Al mismo tiempo que solucionamos problemas asistenciales y de soledad de personas enfermas y ancianas, logramos una solución efectiva a los problemas derivados de la falta de alojamiento y de recursos que presentan algunos inmigrantes que residen entre nosotros". Torres considera que Castellón tiene muchos ingredientes para que sea una provincia receptora de mano de obra extranjera debido a su "baja tasa de desempleo, al clima y a otro sinfín de oportunidades".

Entre los seleccionados figura Mustafá Moukrim, un joven de 30 años que aterrizó en España hace cinco. A este alumno, natural de una población marroquí próxima a Casablanca, le falta tan sólo un año para finalizar Biológicas. "El curso me gusta porque es una oportunidad de formarme y de echar hacia adelante", dice Moukrim, que ya tiene experiencia en el cuidado de niños y ancianos en Barcelona.

El departamento de inmigrantes de Cruz Roja lleva una década tratando de integrar a trabajadores foráneos y refugiados políticos. El programa integral que supervisa Mari Carmen Torres incluye información, asesoramiento legal, escolarización de los hijos de los inmigrantes, atención sanitaria, enseñanza del idioma (español y del árabe para sus hijos), así como la ayuda urgente y básica en el momento de su llegada. Sólo en los dos primeros meses de este año, este servicio ha atendido a 600 inmigrantes y este curso pionero es como un premio a esa labor que vienen prestando estos voluntarios castellonenses.