MARTINUS J.G.VELTMAN Premio Nobel de Física 1999 "La vida está hecha de partículas, de átomos"
A cualquiera que charle cinco minutos con Martinus Veltman, intercambie un par de chistes y algún comentario ocasional, le parecerá la persona más normal del mundo. Pero a nada que la conversación avance un poco, uno se da cuenta de que tiene delante a una inteligencia excepcional y una mente rápida y precisa, con un carácter fuerte y decidido. Su mirada intensa no se le puede escapar a nadie. Este científico holandés, de 69 años, dedicado a las partículas elementales, recibió en 1999 el Premio Nobel de Física junto a su antiguo alumno Gerardus 't Hooft.La semana pasada, Veltman regresó a la Universidad Autónoma de Madrid -en cuyo Departamento de Física Teórica fue profesor extraordinario desde 1988 a 1995- para recibir en directo la felicitación de sus colegas en una jornada-homenaje precedida por una conferencia de divulgación que dio él en la Residencia de Estudiantes.
Recordaba Veltman con regocijo la fastuosa semana de los Nobel en Estocolmo, en diciembre de 1999, cuando recibió el Premio de Física. Pero los honores no le han hecho perder su ironía. "Desde que me han dado el Nobel me hacen siempre tres preguntas estúpidas: ¿Qué tal me siento? Muy bien, claro. ¿Qué haré con el dinero? Eso es una cuestión privada mía. ¿Qué tal me llevo con 't Hooft? Hemos regañado, estamos enfadados y me preguntan por qué, pero tampoco eso le importa a la gente", fueron sus palabras antes de empezar esta entrevista.
Pregunta.Tras el anuncio del Nobel, usted declaró que el trabajo galardonado es tan difícil de comprender para los no especialistas que ni siquiera había podido explicárselo a su familia.
Respuesta.Me equivoqué, no cité la excepción de mi hija, que entiende todo esto porque estudió física de partículas. Se doctoró en California; escribimos un artículo juntos pero no pudo encontrar un trabajo permanente como físico y ahora está en el sector financiero.
P. ¿Pero a los no especialistas no puede explicárselo?
R. Si se me pide que lo haga en una frase no puedo, necesito una hora. Si uno no entiende nada de mecánica cuántica...
P.¿Por qué es tan difícil?
R.La sociedad evoluciona y los conocimientos, los descubrimientos, penetran lentamente en las personas. Vaya usted a Nueva Guinea Papúa e intente explicar a la gente de allí lo que es un teléfono, un chip... no puede. Usted ha crecido con todo eso y lo acepta, pero no ha crecido con los descubrimientos de partículas elementales y pasarán unos años hasta que todo esto llegue a los colegios y entonces la gente será capaz de comprender mucho mejor. La física de partículas realmente nace despues de la II Guerra Mundial, es muy reciente. ¿Cree usted que la gente conoce en serio la relatividad? ¡Es de 1905! Y no es tan difícil, la mecánica cuántica es mucho más difícil.
P.En el Nobel destacó la faceta matemática de su descubrimiento. ¿Es usted matemático o físico?
R.No soy matemático, aprendí matemáticas y puedo hacer cálculos para hacer física de partículas. Pero soy un físico, quiero conocer cómo son las cosas, cómo están hechas. Mi colega laureado conmigo es mucho mejor en matemáticas que yo. No hay nada más bello que descubrir algo en la naturaleza, es muy difícil hacer los cálculos, pero dar la vuelta a una esquina y descubrir algo nuevo es fantástico.
P.¿Por qué el distanciamiento entre 't Hooft y usted?
R.¿Ve? Ya me está haciendo la pregunta estúpida.
P.Pero tengo que hacerla; él fue su alumno, los dos son físicos teóricos de partículas...
R.Mantenemos una relación profesional, nos vimos recientemente en una cena... No me preocupa, no importa.
P.. Al citar su trabajo se señala normalmente el hallazgo del quark top, en 1996, como la confirmación de una predicción clave de su trabajo teórico. ¿Cuál es la próxima predicción que espera verificación: la partícula de Higgs?
P.En física de partículas tenemos enormes problemas pendientes porque lo que vemos es increíble y no lo entendemos. Vemos todas estas partículas, tenemos una teoría que las describe, conocemos sus propiedades y cómo interactúan, pero no sabemos por qué están ahí. Hay tres familias de partículas, ¿por qué? Sabemos que seguramente no hay cuatro, pero no por qué. El problema es que nadie tiene ni idea de cómo hacer un experimento para lograr una respuesta. En cuanto a Higgs, supuestamente debe estar ahí, y todo el mundo habla de esta partícula porque se está construyendo una gran máquina, en el CERN [Laboratorio Europeo de Física de Partículas, junto a Ginebra], para encontrarla, y se convierte en el gran objetivo, pero no es el problema mayor, tenemos muchos más.
P. ¿Qué le parece la teoría de supercuerdas como vía hacia una solución a esas incógnitas?
R. No me emocionan las supercuerdas. Me gusta lo que tenga que ver con la naturaleza y las supercuerdas, y cosas así son especulaciones teóricas, matemáticas, porque no conectan con ningun hecho experimental. En cuanto conecte con un hecho experimental haré todo lo posible para comprenderlas.
P. ¿Conocer todo acerca de las partículas elementales permitirá explicar todo en la naturaleza?
R. En principio es posible que se pueda explicar todo sobre la base de las partículas elementales. Vemos que todo está hecho de partículas. Hay muchas cosas que no entendemos; por ejemplo, no tenemos ni idea de cómo funciona el cerebro, pero mi sensación es que básicamente todo se fundamenta en partículas elementales. Tal vez haya propiedades raras, como la vida, pero está hecha de partículas, de átomos... aunque no sepamos cómo hacer mediciones.
P. En los últimos años muchos físicos de partículas se han inclinado hacia la cosmología.
R. El problema con la astrofisica es que es un poco una ciencia blanda. No puedes hacer experimentos. Puedes observar, hacer hipótesis, pero no puedes comprobar realmente...
P. No le interesan, por ejemplo, los debates sobre la aceleración de la expansión del universo o sobre la edad del cosmos?
R. Me parece todo muy interesante, pero no sé si es verdad. No podemos ir al Big Bang y ver cómo es; este modelo es la mejor hipótesis, parece que funciona, pero no podemos realmente comprobarlo. Es muy diferente de preguntarse si existiría la partícula quark top e ir al laboratorio y ver que está ahí efectivamente. No puedo hacer eso con astrofísica.
P.¿Que ha cambiado en su vida después del Nobel?
R.Sólo cambian las cosas que yo quiero que cambien. Vivo mi vida, estoy retirado y no hago muchas cosas de ciencia, sólo las que me gustan. Estoy escribiendo un libro de divulgación con la idea de que es necesario hacer más esfuerzo para ayudar a la gente a entender lo que hacemos en ciencia, porque creo que es importante y que a la gente le gusta conocer, le interesa saber.
Buenos recuerdos de la Autónoma
"Aquí trabajé con tranquilidad y felizmente. Nadie me molestaba, no se pretendía nada concreto de mí y me sentía libre", recuerda Veltman de aquellos años, en los ochenta y noventa, durante los cuales pasaba algunos meses al año como profesor extraordinario en el Departamento de Física Teórica de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).
Veltman llegó a la UAM de mano de Francisco Yndurain, catedrático de ese departamento. "Nos conocíamos desde hacía mucho tiempo, nos encontramos en el CERN en los años sesenta. Además, estando en América, pensé que sería bueno tener algún sitio en Europa que me gustase". La colaboración se mantuvo ocho años, desde 1988 a 1995, durante los cuales Veltman compaginó su labor en la Universidad de Michigan (EEUU) y en Madrid.
"Era muy interesante estar aquí", dice Veltman". España estaba cambiando en aquellos años desde el viejo régimen a la nueva situación y siempre he admirado a los españoles por haber logrado hacerlo en paz; en lugar de luchar unos contra otros decidieron olvidar el pasado... Sí, me gustó estar en Madrid y guardo muy buenos recuerdos".
Aunque no habla español, no cabe duda de que al Nobel de Física le gusta España desde hace mucho tiempo: "Incluso en algún momento, mi esposa y yo pensamos en venir a vivir a algún lugar de España cuando me retirase".
Una 'maquinaria teórica' que funciona bien
"Su trabajo ha dado a los investigadores una maquinaria teórica que funciona bien y que puede ser utilizada para, entre otras cosas, predecir las propiedades de nuevas partículas", explicó la Real Academia Sueca de Ciencias el 12 de octubre pasado al anunciar el galardón de Física para Martinus Veltman y Gerardus 't Hooft. La frase oficial que acompañó al premio era: "Por elucidar la estructura cuántica de las interacciones débiles en física", tras aclarar que estos dos físicos teóricos holandeses "mostraron cómo la teoría podía ser utilizada para hacer cálculos precisos de cantidades físicas". Las interacciones débiles son las que rigen la desintegracíon radiactiva y, aunque tres colegas de Veltman y
't Hooft (Glashow, Weinberg y Salam, premiados con el Nobel) habían apuntado que en el fondo eran lo mismo el electromagnetismo y la fuerza débil (dos de las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza, junto con la fuerza fuerte que mantiene unido el núcleo atómico y con la gravedad), los científicos no lograban calcular con precisión los parámetros de esa realidad física. "La situación cambió dramáticamente a partir de 1971-1972, cuando 't Hooft, culminando los trabajos que llevaba realizando Veltman en los años anteriores, demostró que el modelo Glashow-Weinberg-Salam era, efectivamente, consistente", explica Francisco Yndurain, catedrático de Física Teórica de la UAM. "Los resultados conmocionaron a la comunidad científica", resume.
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