El ciclo Òpera a Catalunya estrena hoy en Sabadell 'El murciélago'
Por primera vez, el ciclo Òpera a Catalunya presenta una opereta en su programación, y lo hace con la más célebre de ellas: Die fledermaus (El murciélago), de Johann Strauss, el rey del vals. Con una nueva producción con puesta en escena de Pau Monterde y dirección musical de Albert Argudo, El murciélago se estrena esta noche en el teatro de la Faràndula, de Sabadell, donde se ofrecerán dos representaciones: el viernes día 3 y el domingo día 5. Después, la producción viajará al auditorio de Sant Cugat del Vallès (10 de marzo), al Teatro Municipal de Girona (12 de marzo) y al teatro Fortuny de Reus (14 de marzo). Los diálogos de la obra se ofrecerán traducidos al catalán por Feliu Formosa y las partes cantadas se interpretarán en su versión original alemana."Es un reto presentar una opereta en este ciclo porque la gente no está acostumbrada a este tipo de obras", dice Monterde, quien asegura que se ha creado un clima distendido y de divertimento entre los cantantes a medida que los ensayos avanzaban. "Inicialmente, los cantantes estaban desorientados, porque los senté en una mesa para trabajar las partes habladas, como se hace en los montajes treatrales. La falta de recursos actorales les creaba sensación de inseguridad, pero cuando empezamos a ensayar incluyendo las partes cantadas todo cambió. La seguridad en el canto les proporcionó los recursos para superar la parte más teatral de los textos hablados".
El reparto está encabezado por la soprano polaca afincada en Cataluña Malgorzata Zymaniak, el barítono barcelonés Ramon Gener, la soprano manresana Assumpta Mateu, la mezzosoprano Marisa Martins, el barítono menorquín Lluís Sintes y el tenor zaragozano Francisco Vas. El papel hablado de Frosch, el carcelero, será interpretado por el actor egarense Jaume Bernet.
Vodevil divertido
Monterde lleva a la primera década del siglo XX la acción de la opereta, ambientada originalmente hacia 1870. "Esta es una obra que permite otras lecturas, pero eso requiere un gran conocimiento de ella por parte del público. Como ese no es el caso y las condiciones de producción tampoco permiten muchos experimentos, he optado por respetar el argumento de este divertido vodevil, que se sostiene bien 125 años después de su estreno.
Pau Monterde no cree que la alternancia de idiomas, el catalán cuando se habla y el alemán cuando se canta, desconcierte al público. "Creo que la gente entrará en la convención porque ya están acostumbrados a ver películas musicales con los diálogos doblados y las canciones interpretadas en inglés, que siguen a través de los subtítulos". El director de escena ha recortado los diálogos. "He podado las florituras y adornos, frases con doble sentido en alemán que traducidas pierden", dice. Formosa ha alargado el monólogo del carcelero, que habitualmente se deja abierto a la improvisación del actor que lo interpreta.
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