Alemania estable

Todos los partidos parlamentarios alemanes parecían ayer contentos con los resultados de las elecciones en el Estado federado de Schleswig-Holstein. El socialdemócrata (SPD), por razones muy rotundas, ya que si hace dos meses parecía el seguro perdedor y candidato a mantener su curso de catastróficas derrotas, ha aumentado su mayoría en 3,3 puntos y la presidenta del land, Heidi Simonis, tiene garantizada la mayoría para renovar la coalición rojiverde que encabeza. Los Verdes perdieron 1,9 puntos, pero superan la fatídica barrera del 5%.Pero tampoco los democristianos ocultaban ayer su alivio por haber perdido tan sólo dos puntos y quedar en un 35,2%. La esperada implosión de la CDU tras el escándalo de la financiación ilegal no se ha producido. Además, los resultados revelan otro factor positivo, que es la absorción por la CDU de la mayor parte del electorado que fortaleció hace cuatro años a diversos partidos de la extrema derecha y que han quedado en la insignificancia. En el centro, la CDU ha perdido votos hacia el SPD, pero también hacia los liberales del FDP, que, con un aumento de 1,9 puntos, llegan al 7,6%. Esto les convierte en la tercera fuerza, un puesto del que les desplazaron Los Verdes y que desean recuperar a escala federal.

Los resultados de Schleswig-Holstein refuerzan de forma considerable a la actual coalición rojiverde en Berlín y a su canciller, que deja de ser visto como un dirigente efímero. Schröder se ha beneficiado de la crisis de la CDU, pero el cambio de tendencia tiene también mucho que ver con los primeros éxitos de su Gobierno tras un año de dudas y vacilaciones y con la clara recuperación de la economía alemana. El gran perdedor de las elecciones en este land norteño ha sido el democristiano y ex ministro de Defensa Volker Rühe, que necesitaba una victoria para poder aspirar a presidir la CDU tras la dimisión de Schauble. La crisis de la CDU continúa, pero la estabilidad política en el país es mucho más firme de lo que muchos en Europa temían.