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El Colegio de Arquitectos rechaza la fragmentación del Coliseum en multicines

El Colegio de Arquitectos de Madrid ha pedido a la Consejería de Educación de la Comunidad que declare bien de interés cultural el cine Coliseum. La organización profesional madrileña trata de impedir así la fragmentación de la histórica sala de la Gran Vía madrileña en cinco multicines, como desea su propietario, Bautista Soler, quien, por su parte, argumenta que tal proyecto fue autorizado por un pleno municipal de diciembre de 1998.

El cine Coliseum fue construido en la Gran Vía madrileña entre 1930 y 1933, según el proyecto de los arquitectos Casto Fernández-Shaw y Pedro Muguruza. La sala, con más de 1.500 localidades, fue ideada para albergar un teatro adaptado para la audición de conciertos y la exhibición de cine sonoro, a la sazón novedoso en España. En su fachada coexisten estilos de herencia déco, del rascacielos norteamericano y preludios del constructivismo.En cuanto al interior del Coliseum, sus dimensiones y volúmenes fueron tratados de una forma unitaria, cuya defensa ha sido invocada ahora por el Colegio de Arquitectos de Madrid para atajar la posibilidad de que sean fragmentados en cinco salas de tamaño reducido. "Tres de ellas irían en el sótano; otra sala, en el patio de butacas, y una más, en el hoy primer anfiteatro, que sería prolongado hasta el escenario y englobaría el segundo frente de palcos", explica Bautista Soler, propietario del Coliseum. Amparo Berlinches, directiva del Colegio de Arquitectos, dice, por su parte: "El proyecto establece un forjado que, unido a la curvatura de su anfiteatro, rompería definitivamente la unidad arquitectónica de su interior. Por ello", añade, "como el trámite para lograr una protección más estricta que la estructural de la que hoy goza se dilataría mucho, proponemos que sea declarado bien de interés cultural".

Bautista Soler replica: "El 22 de diciembre de 1998, el Ayuntamiento en pleno autorizó un plan especial para transformar el Coliseum en cinco minicines, a condición de que mantuviéramos el uso actual de las demás salas de la Gran Vía", en referencia a los cines Palacio de la Música, Avenida y Lope de Vega.

Soler sentencia: "Es inmoral que debamos calefactar y refrigerar todo el año los anfiteatros, cuando la gente no sube a ellos".

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