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Fallece el ciclista madrileño Saúl Morales atropellado durante la Vuelta a Argentina

El ciclista madrileño Saúl Morales murió ayer atropellado por un camión que arrolló a un grupo de corredores durante la disputa de la séptima etapa de la Vuelta a Argentina. Morales, nacido en mayo de 1974 en Leganés y profesional desde 1999 siempre en el Fuenlabrada, fue trasladado urgentemente a un hospital de Caucete (San Juan), donde murió después de sufrir un doble paro cardiaco. El resto de los ciclistas heridos evolucionan favorablemente. Morales es el tercer corredor del Fuenlabrada que fallece en accidente de carrera en los últimos cuatro años.

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En la jerga de los apostadores de quiniela en Argentina el número 56 es conocido como la caída. El dorsal que llevaba ayer Saúl Morales Corral cuando montó en su bicicleta al salir de El Encon para cumplir con la séptima etapa de La Vuelta a la Argentina era el 56. Pero su muerte en la ruta nacional número 20 de la provincia de San Juan, unos l.100 kilómetros al oeste de Buenos Aires, no fue el resultado de un juego de azar. La suma de fallos de la organización y un descontrolado chófer de camiones ahora detenido y acusado de homicidio culposo, se confabularon para cortarle a los 25 años la carrera profesional que había iniciado hacia sólo un año en el equipo Fuenlabrada.Según los testigos, la policía se adelantó al pelotón para cortar el tránsito en la ruta, obligando a todos los coches y camiones a detenerse en la banquina. Morales Corral venía en el segundo pelotón. Cuando pasó el primer grupo de ciclista el impaciente chófer de un camión decidió eludir el coche patrulla de la policía y se encontró con los que llegaban de frente. En ese momento Morales Corral se abría hacia la izquierda, intentó meterse otra vez en el pelotón, se tocó con el alemán Carsten Gottschalk y salió nuevamente hacia la izquierda. Se golpeó en la cabeza con el segundo eje del camión y sufrió la fractura de cráneo y del cuello. Tuvo un doble paro respiratorio y murió cuando la ambulancia llegaba al hospital de Caucete, en San Juan.

"El día salió de mucho viento y apenas comenzar la etapa se formaron abanicos", cuenta el director del equipo madrileño, Maximino Pérez, que vio, horrorizado como se desarrollaba la tragedia a cinco metros de su vehículo. "Saúl iba con otro compañero, Imanol Ayestarán, un polaco peligroso y los alemanes en un cuerto abanico y justo había bajado al coche para preguntarme si pasaba a tirar por delante o no, ya que nosotros teníamos en el grupo bueno a otro bien colocado. Yo le dije que valía, que pasara pero sin mucho empeño y ya volvía a colocarse por la izquierda cuando el camión se le echó encima. Iba por lo menos a 80 por hora".

El responsable de la Vuelta a la Argentina es el argentino Angel Di Luca, un personaje que reside habitualmente en Mar del Plata, 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, sobre la costa atlántica, autorizado como organizador de carreras por el carné de la Unión Ciclista Internacional(UCI). Di Luca monta cada año las tres carreras más importantes del país, la Vuelta, Los tres días de la República y La Mar y Sierras, las únicas que otorgan puntaje para el ránking internacional. Con el apoyo logístico de la Federación Argentina de Ciclismo, Di Luca consigue los auspiciantes y diseña los tramos según el apoyo de los gobiernos provinciales y de los patrocinadores.

Ya el pasado año, en su primera edición, la Vuelta fue un caos. Cada día los participantes se enteraban por la mañana si largaban o no, cuál sería el circuito, donde se alojarían a la noche y en qué condiciones. Nadie instruyó a la policía local ni se ocupó de la seguridad en ruta. Este año se volvieron a repetir los mismos problemas, pero el español Enrique González Martínez, comisario general enviado por la UCI, no suspendió la carrera.

El pasado miércoles los ciclistas debían llegar a Merlo, en San Luis, pero como no habría alojamiento para todos decidieron modificar el recorrido y correr la etapa en un circuito de Río Cuarto, al sur de la provincia de Córdoba.

El último lunes eran 105 los ciclistas participantes que salieron desde la ciudad de Rosario, 300 kilómetros al norte de Buenos Aires, con la intención de recorrer los 1.952 kilómetros previstos hasta el domingo, cuando la carrera debe concluir en la provincia de Córdoba. Ayer, al comenzar la séptima etapa, seguían en carrera 89 ciclistas. La muerte sólo tenía que elegir dónde, cuándo, a quién y cómo. Llevaba todas las ventajas.

Nada más conocerse el fallecimiento de Morales la Vuelta a Argentina se suspendió y la etapa fue neutralizada. El equipo inició enseguida los preparativos para regresar a España, mientras los padres del infortunado corredor se pusieron en contacto con la Embajada en Buenos Aires para que les ayudaran a viajar rápidamente al lugar del accidente. Los trámites para la repatriación del cadáver ya están en marcha.

El resto del equipo suspendió inmediatamente su prevista participación en la Vuelta a Murcia, que comienza mañana, y emprendió el regreso a Fuenlabrada.

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