"Me cuesta más hacerles pensar"

"Explica a una persona del siglo XV cómo funciona una lavadora". Ejercicios como éste propone a sus alumnos de ESO Rosi Torija, de 57 años, profesora de física del instituto de enseñanza secundaria Salvador Dalí, en Madrid. Tras 33 años de docencia, constata con pena cómo sus actuales alumnos, al contrario de lo que cabría esperar, responden con menos interés. "Ahora me cuesta más hacerles pensar que antes. No hemos logrado el objetivo fundamental de la reforma, que era enseñar a aprender". Es partidaria de la enseñanza obligatoria, pero "a veces se iguala por la miseria, y eso es malo", dice. "Ahora están peor preparados. Hemos enseñado menos, no sé si mejor".¿Las causas? Las hay más y menos concretas. Entre las primeras están la falta de medios humanos -"Ahora hay más carencia de profesores que antes"-, lo que en la práctica hace que "ir al laboratorio sea cuestión de buena voluntad"; la reducción de horas de su asignatura en secundaria o que la física sea optativa en cuarto de ESO. Las causas más difusas apuntan a la sociedad en general: "Antes nos quejábamos de la tele, ahora tienen el disco duro ocupado con muchas más cosas. Los chicos están muy dispersos".