Cataluña paga menos que el resto de España por hacer fotocopias

El número de licencias para hacer fotocopias otorgadas por el Centro de Derechos Reprográficos (Cedro) en Cataluña está por debajo de la media española, aunque esta comunidad tiene un gran número de centros de copistería. El Cedro, fundado en 1998 como entidad que administra y defiende los derechos de propiedad intelectual de autores y editores sobre la reproducción de sus obras mediante fotocopia, inauguró ayer su sede en Barcelona, dirigida por el delegado de la entidad en Cataluña, Romà Cuyàs. Éste denunció ayer que "no hay conciencia social de cometer delito" cuando se fotocopia, con lo que un objetivo importante es concienciar del perjuicio que esto puede causar a largo plazo a la cultura. El Cedro, creado ante el aumento del uso ilícito de la fotocopia, recauda el capital procedente de los derechos derivados de las licencias de reprografía de las copisterías y la remuneración por copia privada que pagan los importadores y fabricantes de máquinas fotocopiadoras.

Según datos provisionales, la entidad recaudó el año pasado unos 1.730 millones de pesetas, unos 400 más que en 1998, de los que un 45% corresponde a los editores asociados y un 55% a los autores. El Cedro calcula que se fotocopia el equivalente a más de 20 millones de libros cada año. El ámbito donde más se fotocopia es la educación, sobre todo la universitaria.