SOBRE EL OCÉANO Y CON COMIDA CASERA
Chicago es la meca mundial de la arquitectura, con torres que fueron hasta hace poco las más altas del mundo, como el edificio Sears, y con planes para recuperar pronto esa primacía. Pero al arquitecto Kevin Uliassi, de 36 años, le interesan otro tipo de alturas, no los centenares de metros de un rascacielos, que se cuentan con los dedos de una mano, sino las alturas que superan los 5.000 metros. Ahora ya está sobre el Atlántico. Uliassi viaja en globo y pretende ser el primer humano que da la vuelta al mundo en globo y en solitario. El aventurero despegó el martes desde Chicago para un viaje previsto de 32.190 kilómetros, que espera realizar en menos de 20 días. Es una aventura al viejo estilo, sin el despliegue de alta tecnología que ha acompañado proyectos anteriores, como los de Richard Branson y Steve Fosset, que no consiguieron su objetivo a pesar de todos los dispendios, o Bertrand Piccard y Brian Jones, que en marzo del año pasado fueron los primeros en circunnavegar la Tierra en globo. Uliassi va provisto de una máscara de oxígeno en un globo de helio y propano en el que lleva la comida que le ha preparado su madre. Desde diciembre ha estado durmiendo en una cámara de aire empobrecido para acostumbrarse a la falta de oxígeno de las alturas. El piloto ya lo intentó hace dos años, pero sin suerte. Su globo se vino abajo en el vecino Estado de Indiana, a los 160 kilómetros del lugar de despegue. Uliassi sobrevolaba ayer el Atántico, y su mujer, Renee, era optimista sobre el resultado del viaje. - ,
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